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'Jurassic Park' tendrá un spin-off en forma de serie animada que llegará en exclusiva a Netflix: 'Jurassic World: Camp Cretaceous'

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'Jurassic Park' tendrá un spin-off en forma de serie animada que llegará en exclusiva a Netflix: 'Jurassic World: Camp Cretaceous'

Netflix y su prolifica alianza con DreamWorks Animation ya tienen lista su nueva serie animada, que será ni más ni menos que un spin-off de 'Jurassic Park'. Esta nueva serie cuenta con todo el apoyo de Universal Pictures y Amblin Entertainment, por lo que se tratará de un producto oficial ambientado en la actual historia de 'Jurassic World'.

'Jurassic World: Camp Cretaceous' será una serie animada que relatará la historia de seis adolescentes que van a la Isla Nublar a un campamento de aventura, pero como sucede en todo lo relacionado con 'Jurassic Park', algo se sale de control y todo se vuelve una lucha por la supervivencia.

Hasta el momento no se sabe quienes estarán a cargo de las voces, pero al menos tenemos un primer teaser que nos muestra el aspecto que tendrá 'Jurassic World: Camp Cretaceous'.

De acuerdo a la breve sinopsis de Netflix, 'Jurassic World: Camp Cretaceous' será una aventura centrada en "un grupo de adolescentes quienes son elegidos para una experiencia única en la vida en un nuevo campamento de aventura en el lado opuesto de la Isla Nublar. Pero cuando los dinosaurios causan estragos en la isla, los adolescentes quedan varados, sin la posibilidad de llegar al mundo exterior, por lo que necesitarán pasar de extraños a amigos a familiares si quieren sobrevivir".

Scott Kreamer y Lane Lueras serán los showrunners de la serie, mientras que Steven Spielberg, Frank Marshall y Colin Trevorrow serán los productores ejecutivos.

'Jurassic World: Camp Cretaceous' se estrenará en exclusiva en Netflix durante 2020, y servirá como aperitivo para el estreno de la última película de la trilogía de 'Jurassic World' que está programada para el verano de 2021.


'Doom Patrol': científicos locos, cucarachas profetas y héroes rotos en una adaptación que va directa a lo mejor del año

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'Doom Patrol': científicos locos, cucarachas profetas y héroes rotos en una adaptación que va directa a lo mejor del año

Tienen superpoderes, pero se odian a sí mismos. Si bien esta premisa podría encajar con la mayoría de la parafernalia superheroica actual, tuvo uno de sus mayores exponentes en la Patrulla Condenada, el grupo de héroes creados por Arnold Drake en 1963 y cuya serie aterrizó ayer en HBO España.

Serie original de DC Universe (la plataforma de contenido bajo demanda de la editorial), 'Doom Patrol' consta de quince episodios en los que vemos la formación y aventuras de un singular grupo de personas salvadas por el "Jefe" (Timothy Dalton), un misterioso y aventurero científico que ha creado un hogar para gente rota con habilidades especiales que no tiene sitio alguno en la sociedad.

Ya vimos un impresionante primer vistazo al grupo en el cuarto episodio de 'Titanes', una presentación que, para mí, se convirtió de lejos en lo mejor que se pudo ver en los once (eran doce pero decidieron dejar uno para la segunda temporada) episodios de la serie.

Esos cincuenta y algo minutos dejaron la sensación de que habían clavado la esencia de un grupo que, si bien no es demasiado conocido para el gran público, merece mucho la pena dejarse embaucar por su locura. Así que tocaba ver cómo esta promesa cogía forma final de la mano de Jeremy Carver, quien desarrolló el remake canadiense de 'Being Human'.

DC Universe encuentra su serie más nicho

En esta era en la que todo hijo de vecino tiene una plataforma de streaming con sus propias series originales, DC Entertainment vio una oportunidad de oro para seguir expandiendo sus tentáculos televisivos sin depender de "terceros" como CW (el Arrowverso) o FOX ('Gotham'). DC Universe les permitía un acercamiento similar al de Marvel con Netflix. Similar, pero bastante diferente.

Hay que reconocer que, si algo tienen claro desde DC es que su plataforma de streaming es de nicho. Es una plataforma para el fan, para el lector de cómics y es algo que se refleja bastante en el planteamiento de sus series originales. Por eso se dan decisiones artísticas que en otro contexto no tiene demasiado sentido como el planteamiento del primer episodio.

En vez de hacer una presentación por todo lo alto que nos meta directamente en el espíritu de la serie, el primer episodio está dedicado casi exclusivamente a presentar el origen y llegada a la mansión de Cliff Steele/Robotman (Brendan Fraser). Un episodio algo atípico si lo comparamos con el resto de la serie.

A título personal me resulta curioso cómo han cambiado el origen clásico de Robotman en concreto, haciendo más trágico lo que ya de por sí lo es. Y bastante. Sobre todo teniendo en cuenta que, en los cómics, Robotman sufre una profunda crisis de existencia. Algo que es bastante más rebajado en la serie, convirtiendo al personaje interpretado por Fraser en algo poco más complejo que un problemático palurdo gracioso.

No hemos de olvidar, en ningún momento, que 'Doom Patrol' va sobre personas rotas, desahuciadas. Sobre gente desdichada, desgraciada más allá del sufrimiento físico. Son gente traumatizada al límite que apenas logran comprender su malformación/habilidad física y que, si están juntos, es porque están en el único lugar que pueden considerar un hogar.

Doom Patrol

Y esto es algo que se refleja bastante bien en la serie pero sin olvidarse, en ningún momento, de que el "grupo" formado por Robotman, Rita Farr (April Bowlby), Larry Traynor (Matt Bomer), Crazy Jane (Diane Guerrero) y Cyborg (Joivan Wade) combate en los límites de la realidad, contra una némesis omnisciente y narradora conocida como Mr. Nobody (Alan Tudyk) y que plantea situaciones fuera de toda lógica.

Al más puro estilo heredado de Grant Morrison, en 'Doom Patrol' nos encontramos con un viaje a la locura: burros que son portales interdimensionales, científicos nazis, marionetas, calles que son personas, cucarachas que profetizan el fin del mundo, ratas vengativas... vamos, un sinfín de peculiaridades.

Una serie fresca, autorreferencial y diferente

Doom Patrol Fuchtopia

Pero, el gran rasgo heredado es, sin duda, el caracter autorreferencial y autoconsciente de la serie. El villano encarnado por Tudyk es un gran ejemplo, hablando directamente de 'Doom Patrol' como si de una serie de ficción se tratase.

Con 'Doom Patrol' DC ha querido experimentar (que no innovar) con la narración y con los argumentos. Recuerda mucho, de hecho a 'Legends of Tomorrow' pero haciéndola ligeramente más seria y menos mamarracha. Lo cual, como fan de la serie de CW, es una gran noticia.

El resultado es un gustazo de serie cuyos mayores pecados son los impuestos por la industria del streaming actual: esta temporada es innecesariamente larga (¡quince episodios de una hora!) pero al menos su carácter episódico hace que no se tenga una sensación de alargamiento excesivo de la trama (como me pasó con 'Titanes' y con las últimas temporadas de 'Daredevil', por ejemplo).

'Doom Patrol' ha entrado directamente en el top de mejores adaptaciones de cómics de lo que llevamos de año en España (y llevamos unas cuantas entre 'Clase letal', 'Umbrella Academy', 'Titanes' y las películas). Un buen ejemplo de que se pueden hacer cosas diferentes con el género y funcionar de maravilla.

DC cancela abruptamente 'Swamp Thing' tras apenas haber transmitido el primer capítulo

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DC cancela abruptamente 'Swamp Thing' tras apenas haber transmitido el primer capítulo

Esto, literalmente, fue un debut y despedida. El pasado 31 de mayo DC Universe estrenó 'Swamp Thing', su tercera serie tras las exitosas 'Titans' y 'Doom Patrol'. Y hoy, con sólo un capítulo disponible, DC y WarnerMedia confirmaron la cancelación de la serie de horror y violencia producida por el mismísimo James Wan.

Tanto DC como WarnerMedia no han dado una razón explicita para la cancelación de 'Swamp Thing', la cual fue muy bien recibida por la crítica especializada y por los fans, y que a día de hoy tiene un 92% en Rotten Tomatoes.

Para quienes no lo recuerden, 'Swamp Thing' es un drama de horror, oscuro y lleno de misterios y violencia. Aquí seguiremos la historia de Abby Arcane, investigadora del CDC cuando viaja a su tierra natal de Houma, Louisiana, para investigar un virus mortal que se transmite por medio de los pantanos. Allí conocerá a Alec Holland, que sufrirá una gran tragedia que le atará para siempre a dichos pantanos. Ante esto, Abby descubrirá que allí se guardan secretos, tanto horribles como maravillosos.

'Swamp Thing' se alejaba de la historia de los superhéroes para centrarse en un personaje complejo y cargado de emociones. De hecho, el mismo Wan, responsable de franquicias como 'Saw' y 'The Conjuring', había adelantado que la serie se inspira principalmente en la carrera del gran Alan Moore, pero también añade elementos de la clásica historia de amor de 'La Bella y la Bestia'.

La cancelación misteriosa

Hasta el momento se desconoce qué provocó la cancelación de 'Swamp Thing'. En el pasado mes de abril, The Hollywood Reporter informó que la producción ya estaba teniendo "diferencias creativas" con WarnerMedia, quien decidió recortar la temporada de 13 a sólo 10 episodios, de hecho el rumor apuntaba a que pensaban cancelar la serie una vez estrenada y al final así fue.

Según The GWW, a los ejecutivos de WarnerMedia no les gustaban varias cosas del programa, como la dirección creativa, las actuaciones o el presupuesto. Y de acuerdo a North Carolina Star, todo se desató porque el estado de Carolina del Norte redujo los apoyos fiscales al proyecto a 12 millones de dólares, lo que terminó inflando el presupuesto inicial de la serie.

De hecho, el diario menciona que la producción había solicitado originalmente 16,3 millones de dólares en fondos del estado para un total de 13 episodios, pero tras la reducción de los apoyos, tuvieron que cambiar a 10 episodios. Pero la realidad es que no está claro si la decisión de detener la producción tuvo que ver con razones presupuestarias o con diferencias creativas.

DC Universe estaría siendo "reevaluada"

Según información de Deadline, los ejecutivos de WarnerMedia "están reevaluando" DC Universe. Y es que hay que recordar que tras la compra de Time Warner por parte de AT&T, y el nacimiento de WarnerMedia, la compañía está planeando lanzar un nuevo y enorme servicio de streaming, incluso se contempla un cambio de estrategia para HBO.

Se ha mencionado que WarnerMedia centrará sus esfuerzos en una sola plataforma donde concentrará a todas sus cadenas, DC incluida, por lo que se ha cuestionado como encajará DC Universe en estos futuros planes.

'X-Men: Fénix Oscura', crítica: el cierre de la saga no está a la altura del legado mutante

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'X-Men: Fénix Oscura', crítica: el cierre de la saga no está a la altura del legado mutante

En las butacas de la sala 8 de los multicines sitos en el centro comercial de Palacio de Hielo, se puede leer algo así como Dreams of cinema. Allí, sentado en el pase de prensa de la última película de la saga 'X-Men', estuve a punto de ceder a tal lema. Pensé incluso en marcarme un Boyero; esto es: decir que me dormí, que la película me pareció una gran mierda y que cuánto echo de menos a John Ford y Howard Hawks. Pero oigan (para bien o para mal) Carlos solo hay uno.

Así que me forcé a permanecer despierto. Y luego me forcé a teclear estas palabras con la misma actitud de análisis que tengo cuando algo me entusiasma. Porque, si bien estoy de acuerdo con la máxima de Stephen King —lee/ve/juega solo a lo bueno—, creo que se le pueden añadir un par de corolarios. Uno: se sigue aprendiendo de lo malo incluso cuando ya se sabe discernir la calidad. Dos: algún placerillo culpable hay que tener en la vida.

'X-Men: Fénix Oscura' no llega a placerillo culpable, a tan mala que es buena, porque cumple dos pecados capitales, sumados a los muchos desastres que arrastra y que la lastran. El primero es que es muy aburrida; enfatizo: muy, muy, muy, muy-muy-muy aburrida. El segundo es que es pretenciosa; Kinberg se pasa toda la peli intentando convencernos de que está haciendo un 'X-Men' a lo Nolan. Y no. Nein-nein-nein-nein-nein, que decía el Hitler de Tarantino.

Dicho esto, para el que lo quiere en breve, vamos a sumergirnos (un poquito) en todo lo que no funciona de Fénix Oscura; que es... todo. Pero conviene explicarlo al detalle, ponerle unos cimientos a tan mal sabor de boca que deja la conclusión a 20 años de saga. Hay que admitir que la cosa venía en picado y que probablemente Kinberg se encontró con el marrón por el ostracismo definitivo de Singer tras salir su nombre a colación de #metoo. 'X-Men Apocalipsis' fue floja. Pero lo de 'Fénix Oscura' está en otro nivel completamente distinto. Es un tedio total.

Veamos por qué.

Personajes huecos y a volantazos

Todos los males de 'Fénix Oscura' empiezan por aquí. Tras un prólogo aceptable (aunque de topicazo) y 20 minutos de calentamiento en los que más o menos la cosa parece enfocada, la película empieza a desplomarse súbitamente. ¿Razón? Sus personajes; más bien, la ausencia de por ser títeres en manos de un libreto perezoso, contradictorio y reiterativo.

Llegando más allá de los epítetos, debemos hablar de los arcos de transformación de los héroes de 'Fénix Oscura'. Empezando, evidentemente, por la estrella de la función: Jean Grey. Un arco de transformación, el que encontramos en cualquier trama de cualquier medio, implica esencialmente una cosa: un personaje cree una mentira sobre sí mismo y debe descubrir cuál es dicha mentira para superarla. Frodo se cree hogareño cuando en realidad es aventurero, Aragorn se cree un nómada cuando en realidad es un rey, Luke se cree (a medias) granjero cuando en realidad es un jedi, Buzz se cree un guardián del espacio cuando en realidad es un juguete. Y así, ad eternum.

Pues bien, Jean Grey, que se supone que debe ser esa gran heroína reconvertida en gran villana, porque estamos en su arco más célebre, el que creó Claremont en los tebeos, se pasa toda la película, T-O-D-A la película, diciendo lo siguiente: "No sé qué me pasa". ¿De verdad? ¿De verdad, señor Kinberg?

Dark Phoenix "Nó sé qué me pasa", plantea este fotograma de Jean Grey en 'Fénix Oscura'.
X Men Dark Phoenix Jennifer Lawrence 900x0 C Default "Ni tú ni nadie, hija", contesta este fotograma de Mística de 'Fénix Oscura'.
X Men Dark Phoenix Jessica Chastain Character Revealed 1135985 1280x0 "¿Y yo? ¿Qué pinto yo?" pregunta este fotograma de Jessica Chastain en 'Fénix Oscura'. Responde el silencio.

Es imposible sentir empatía por un personaje que no sabe lo que le pasa TODO EL RATO. Es una cosa básica de construcción de personajes. El personaje debe perder el control cuando descubre la mentira que creía verdad sobre sí mismo. Pero eso es una fase (breve) que antecede a la catarsis. Aquí nos pasamos perfectamente 90 minutos de "no sé lo que me pasa". Cuando llega la catarsis, que aún por encima tampoco se justifica bien, ya no le importa a nadie.

Hay otro problema con la maldad de Jean Grey y es que se le busca una justificación externa cuando debería de ser interna. Esto es, Jean Grey se infecta con algo y eso es lo que le provoca convertirse en Fénix Oscura. Mal; muy mal. Es de las pocas cosas que no me gustaban del cómic de Claremont, la manía seriebesca de meter radiación/bicherío de por medio para justificar el Hyde que todos llevamos dentro.

Pero por lo menos en Claremont era un detonador inmediato para un nuevo personaje con las cosas claras. De hecho, Jean lo decía directamente en una viñeta mítica, como bien recordaba el compañero Albertini en su repaso al tebeo: "Escuchadme X-Men. Ya no soy la mujer que conocíais. Soy fuego y vida encarnados. Ahora y para siempre... ¡Soy Fénix!" De eso a un: "Ay es que no sé qué me pasa". Bufff... Bufff...

Veamos al resto de personajes. La inmensa mayoría —Cíclope, Mística, Tormenta, Magneto...— no tienen el menor arco de transformación durante toda la cinta; ergo, no tienen la menor gracia; y mira que son personajes potentes con actores igualmente potentes detrás. Nothing de nothing. No les pasa nada; son piezas en el tablero a las que mueven las motivaciones de los dos únicos personajes que importan. Algunos ni eso; algunos, como Quicksilver, solo pasaban por allí. Para hacer el chiste.

Me hace especialmente gracia el personaje de Cíclope, porque le pasa justo de lo que se suelen quejar (con razón) muchas estudiosas del papel de la mujer en la cultura pop; el efecto mujer florero. Vamos, que el personaje femenino esté definido solo en base a los deseos y metas del masculino; hablando en plata: apagarle el calentón cuando toque y apoyarlo cuando esté de bajona. Pues justo eso es lo que hace Cíclope con Gray. Es su hombre-florero. La diversidad y la equidad molan, hasta cuando es para mal.

Vayamos al otro personaje con chicha. Este es el Profesor X del siempre soberbio McAvoy. Pero ni él levanta el desastre que le ha hecho Kindberg al pobre de Xavier. Básicamente Kindberg nos quiere convencer de que el personaje de Xavier era en realidad un cabrón egomaníaco sin interés real por aquellas causas que decía querer defender. Y mira, Simon, pues como que no. Porque, como trataremos en el próximo punto, los espectadores sí tenemos memoria.

Llevamos 20 años con esto y meeee daaa iguaaaal

Como cualquier habitual de esta y otras páginas de la casa sabrán: soy fanático de 'Avengers: Endgame'. La joya de los Russo, porque es una joya, me deslumbró por lo bien que conseguía erigirse como una película valiosa en sí misma y a la vez en ese (necesario) fan-service a una década de personajes y una veintena y pico de películas. Esto es, 'Endgame' recordaba constantemente su pasado y los arcos de transformación de sus personajes para ofrecer una catarsis brutal.

Al bueno de Kindberg se le ha ocurrido otra estrategia; una muy divertida. ¿Y si nos diera igual todo lo demás? ¡Todo! ¿Y si actuáramos como si no conociéramos lo que han hecho y vivido estos personajes para poder llevarlos en direcciones opuestas a lo que son? ¿Molaría, no?

Que le conteste Hitler.

Gracias, Adolf.

Veamos... Cerrar 20 años de universos (10 más que los de Marvel) reiniciando lo que son los personajes, sin referencia alguna a su pasado y pasándose la coherencia por el arco del triunfo... Pues, muy mal. Muy, muy, muy mal.

E5dc20f8941e40e1de6f401bae55dcfc "Hola, me llamo Quicksilver y pasaba por aquí", dice este fotograma de 'Fénix Oscura'.

Lo de la coherencia es tremendo. Ya no es la primera vez que ocurre en esta saga (recordemos el baile de personajes como Emma Frost), pero es que lo de Fénix Oscura está en otro puñetero nivel; para mal. Vamos, que estamos en una película ambientada en los 90, 30 años después de 'First Class', acercándonos peligrosamente al marco temporal de la primera X-Men, y se nos ocurre poner a los personajes sin apenas haber envejecido. El amigo Xavier y el amigo Magneto deberían lucir parecidos a Stewart y McKellen en esta cinta. Cíclope tendría que ser un tipo de treinta y muchos.

Pero no. Al carajo, que total al espectador se la suda. Pues va a ser que no.

Pero peor que este me da igual el tiempo que pase es el me da igual quien fueran los personajes. Kindberg se cree que con una línea de diálogo de una repipi Mística (que daño le ha hecho el ego de Lawrence al personaje) nos vamos a creer que en realidad Charles Xavier era un miserable ególatra.

Pero vamos a ver, Simon, que recordamos perfectamente quién fue Xavier en el futuro y en el pasado. Que no se nos olvida cuántas veces ha puesto su vida y sus intereses en el sacrificio por el bien común. Que nos conmovimos al verlo padeciendo alzheimer ya no por lo terrible de la enfermedad, sino por lo duro de ver a un benefactor de la humanidad siendo un peligro para él y para los demás.

Dark Phoenix Xavier intenta borrarse de la película, pero ya es demasiado tarde.

¿Y vienes tú y nos dices: "No, es que en realidad era un cabrón. La escuela la hizo por ego"? Por favor...

La situación en la que se encuentra Xavier en el final de esta película es tan ridícula, por más que intente tirar de nostalgia de ajedrez, que se carga ella solita a un personaje extraordinario. Que, para más inri, está magníficamente interpretado por un McAvoy que intenta sacar petróleo de donde no hay. Pero ni él puede con este libreto.

Espera... ¿aliens? ¿Por qué?

Llegamos a la madre del cordero que remata, para mal, el descalabro de 'Fénix Oscura'. Y para hablar de esto, tengo que hacer unos leves spoilers. Nada, por cierto, que no venga en sus tráilers.

Miren... A mí también me gusta mucho 'La invasión de los ladrones de cuerpos'. En cualquiera de sus tres primeras versiones, la verdad; incluida la de Ferrara. Pero... ¿Por qué, Simon? ¿Por qué la metiste en 'Fénix Oscura'? ¿Por qué? ¿Tan mal te cae Jessica Chastain que la querías torturar con un personaje ridículo para fastidiar lo bien que llevaba su carrera? ¿O es que te entró la nostalgia al encontrarte a Donald Sutherland señalando/aullando en la tele?

Lo peor de 'Fénix Oscura' es lo que hemos comentado en los apartados anteriores. Pero lo de meterle estos aliens es, sin duda, la guinda del pastel. Porque es una subtrama tan ridícula, tan mal hilvanada, tan poco justificada que hace malísimo lo que ya era malo.

Tmp Wlimzz Dad7c6108700d546 Mcdxxme Fe007 "Cariño, la peli es terrible. Pero igual no se dan cuenta. Igual están mirando el wasap". "¿Tú crees?"

Y el caso es que tengo sospechas de por qué Kindberg vio necesario meterle otra mala a la cinta, a pesar de que esto se suponía que tenía que ir de 'Fénix Oscura' y ya. Creo que miró su (paupérrimo) libreto y se dio cuenta de que apenas pasaba nada. Y es que, si le quitas a los aliens, pasan muy, muy pocas cosas. Jean Grey no sabe qué le pasa, nosotros tampoco, y... Poco más. Bueno, un secretillo de Xavier que vuela por los aires a los 20 minutos cuando era de las pocas cosas que podían dar juego.

Así que (fabulo) se dijo... Umm, vaya, así no hay chicha para llenar una peli ni para justificar una gran lucha final. Vamos a meterle aliens.

¡Claro que sí! ¿Y por qué no vampiros espaciales o licántropos cuánticos o babosas mutantes del planeta X? ¡Como en una de Ed Wood!

Hubiera estado mucho mejor que la cinta se hubiera convertido en un cachondeo a lo Joel Schumacher en 'Batman & Robin' que esta estupidez, pretenciosa además, de meter los aliens exterminadores. A los que se les dedican, además, unas ínfimas escenas para justificar su presencia y esa batalla final por la que hay que pasar sí o sí.

En fin...

En fin...

Marvel, rescátanos

Es triste decirlo, pero, al menos en mi caso, es la única conclusión posible. Marvel, chapa esto y ponlo a dormir. Y luego, ya lo harás a tu manera. Pero, de momento, ponlo a dormir. Ni una más, por favor. Ni una más, porque estamos a un tris de cargarnos los buenos recuerdos que nos han dejado películas estupendas como 'X-Men 1 & 2', 'First Class', 'Days of Future-Past' o 'Logan'. Por no hablar de Mr. Ryan Deadpool y sus frikadas.

Estos mutantes, que en su momento consolidaron la senda para un cine de superhéroes de calidad, ya no dan de sí. No dan porque se ha perdido el entusiasmo del equipo creativo. Porque esto, para bien o para mal, fue un hijo del inefable Bryan Singer y sin él parece que a nadie le importa lo suficiente como para mantener el tipo.

No se engañen; sé perfectamente (en primera persona, no de oídas) lo difícil que es el oficio de creador. Es muy, muy difícil rematar una obra mala. Ya no digamos una buena.

Pero sé también cuál es el oficio de crítico y este es el de hacerte a ti, lector, de filtro, de cedazo, de paraguas contra lo malo y ventana abierta a lo bueno. Hace un par de días, te decía, deja lo que estés haciendo y ponte a ver 'Chernobyl'. Hoy te digo, pasa de ir a ver 'Fénix Oscura'. En casa, si tal, una tarde aburrida, mirando el wasap a menudo.

D0waglbvaaatx95 Póster de 'X-Men. Fénix Oscura'.

En el misterioso tráiler de 'Frozen 2' nos muestra a una Elsa cuyos poderes quizás no sean suficientes para salvar al mundo

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En el misterioso tráiler de 'Frozen 2' nos muestra a una Elsa cuyos poderes quizás no sean suficientes para salvar al mundo

Fue uno de los grandes éxitos de Disney cuando se estrenó, y ahora la magia de esos personajes vuelve a 'Frozen 2', de la que acaba de publicarse el primer tráiler oficial.

En él reaparecen los protagonistas -Elsa, Anna, Kristoff y Olaf-, pero poco sabemos de una trama que parece amenazar a nuestro mundo. "Siempre temimos que los poderes de Elsa fueran demasiado para este mundo", indica uno de los trolls de la película, "ahora, esperemos que sean suficientes [para salvarlo]".

El pasado no es lo que parece

Apenas se dan claves sobre esa amenaza que se cierne sobre nuestro mundo, y de hecho entre las secuencias aparece un singular caballo de hielo que podría acabar siendo otro personaje importante en esta nueva entrega.

Tampoco queda claro el papel que tendrá la música en esta entrega, un apartado que fue crucial en 'Frozen' y que no aparece destacado en un tráiler en el que ese mismo troll avisa de que "el pasado no es lo que parece", sin que quede claro a qué se refiere.

Todos esos misterios quedarán resueltos como muy tarde el próximo 11 de noviembre: esa será la fecha en la que la nueva película de Disney se estrenará en cines de todo el mundo.

Diálogos inolvidables de un ángel y un demonio en el fin del mundo: así se las gasta el dúo protagonista de 'Buenos presagios'

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Diálogos inolvidables de un ángel y un demonio en el fin del mundo: así se las gasta el dúo protagonista de 'Buenos presagios'

Hay cosas que van a pares. El chocolate y el praliné. Martes y trece. Las patatas (fritas) y el ketchup. Mortadelo y Filemón. El sexo y el cigarrito. El gordo y el flaco. Y, en una ocasión, solo en una ocasión, Terry Prachett y Neil Gaiman. Su unión, que germinó bellamente allá por el 1 de mayo de 1990 (¡hace casi 30 años!), se llamó irónicamente 'Buenos presagios'. Irónicamente porque era un libro sobre el fin del mundo. Pero era, más que ninguna otra cosa, un libro sobre un dúo: un ángel (Aziraphale) y un diablo (Crowley). Dos amigos improbables condenados a encontrarse con el paso de las eras y vivir juntos, como Sam y Frodo, el final de todas las cosas.

Good Omens La primera edición, en tapa dura, de 'Buenos Presagios'.

Ahora, se dice que porque lo pidió el mismísimo Pratchett cuando ya veía que le tocaba partir de la mano de su amada parca, estos 'Buenos Presagios' nos visitan en televisión. Un Amazon Original en toda regla, que le está cogiendo el gusto al romance que vive con su chico de oro: Neil Gaiman, ya coto exclusivo de la plataforma. La cosa, de momento, no va mal de todo en la crítica (78% en Rottentomatoes, aunque aún va escasa de opiniones) y lo cierto es que en el frikiverso se la espera con ardiente impaciencia.

Pero hoy no queremos hablar de la serie, aunque tal vez un poco, si no de ese dúo maravilloso que parieron Pratchett y Gaiman, esa dispar pareja a la que ahora ceden sus rasgos David Tennant (Crowley) y Michael Sheen (Aziraphale) en uno de esos castings que solo se hacen realidad soñándolos. Vamos a honrar sus raras palabras, sus excéntricas conversaciones, eligiendo cinco de sus intercambios y contando a partir de ellos anécdotas sobre los personajes, los intérpretes y los creadores de 'Buenos presagios'.

Será, en honor al espíritu del libro, un repaso voluntariamente desordenado, abstruso e inescrutable. No tendrá, eso sí, notas a pie de página. Internet las lleva mal. Pero pueden imaginárselas; serían, todas, muy largas. Y ni tan siquiera una línea de su extensión tendría el menor sentido. O todo lo contrario.

No, supongo que no

Crowley. Lo divertido sería... Me pregunto si el rollo de la manzana no sería en realidad hacer lo correcto, también. Un demonio se puede meter en un lío de cuidado haciendo lo correcto. Sería divertido si nos hubiéramos equivocado los dos.

Aziraphale. Realmente no lo sería.

Crowley. No. Supongo que no.

Estamos en el Edén. A Eva y Adán les acaban de dar la patada por un problema de frutas, largándolos de la felicidad eterna y propulsando, en este trágico exilio, nuestra historia. Y su final. Ante este telón de fondo, un ángel y un demonio charlan sobre la situación.

Es el primer intercambio entre Aziraphale y Crowley de todo el libro, pero las claves de su extraña y adictiva relación están todas presentes. Aziraphale y Crowley son dos funcionarios de sus respectivos Gobiernos. El de arriba y el de abajo. Como funcionarios, tienen una función que cumplir, aunque el motivo de tal función no lo tengan muy claro.

Aziraphale Aziraphale, ilustrado por Paul Kidby para la edición definitiva de 'Buenos Presagios' publicada a tenor de la nueva serie.

Lo que sí tienen claro es que esos pobres infelices de vidas breves son el meollo de todo el asunto. La patada divina es lo que echa a rodar la bola de nieve que será la triste y bella historia de la humanidad. Y Aziraphale y Crowley deberán ser testigos de cómo la bola coge masa y velocidad camino del abismo; también llamado Apocalipsis.

Lo malo... Lo malo es que de pasar tiempo con humanos, uno acaba encariñándose con ellos. Aún peor, comportándose como ellos. Y este último rasgo, la contagiosa condición de lo humano, es un verdadero peligro para seres eternos como lo son la pareja que nos ocupa.

Por ahora, nos llega por fijar en la retina esa imagen, la de los dos, bajo la lluvia literalmente edénica, rodeados de belleza y mirando al tormentoso horizonte al que han huido Adán y Eva. Es importante, ¡muy importante!, la duda que los corroe. ¿Habrá hecho el bien (involuntario) el diablo y el mal (involuntario) el ángel?

Más aún, ¿serán capaces de repetir tal hazaña?

¿Cuántos músicos crees que tiene tu bando, eh?

Crowley. Escúchame, ¿cuántos músicos crees que tiene tu bando, eh? Primeras espadas, me refiero.

Aziraphale. Bueno, pues me lo tendría que pensar...

Crowley. Dos. Elgar y Liszt. Eso es todo. Nosotros tenemos a los demás. Beethoven, Brams, todos los Bachs, Mozart, el paquete completo. ¿Te puedes imaginar pasarte la eternidad con Elgar?

Edward Elgar (un nombre muy Pratchett) nació el 2 de junio de 1857 en Lower Broadheath, un pueblito de poco más de 1.000 habitantes en el condado de Worcester. Elgar creció, amén de para tener un señor bigote, para convertirse en uno de los compositores más reputados de su época.

Sus composiciones más conocidas (leerlas en voz alta e imaginarse a Crowley bostezar es todo en uno) son: 'Las Variaciones Enigma', el 'Concierto de Gerontius' y (mi favorita) 'Marchas de la Pompa y Circunstancia'. El espectacular nombre de esta última se lo debemos, como casi cualquier otra cosa, al bueno de Shakespeare. En concreto, a un parlamento del tercer acto de 'Otelo'.

Crowley Crowley, ilustrado por Paul Kidby para la edición definitiva de 'Buenos Presagios' publicada a tenor de la nueva serie.

Si uno visita en estos días Lower Brodheath, un poco porque sí, se encontrará, amén de tres pubs, con un bonito cottage convertido en museo. Allí fue donde nació el baronet, que no barón, Edward Elgar. Y todos estos datos inútiles pueden encontrarse sin salir de Wikipedia, de hiperlink en hiperlink.

¿Por qué nos importa conocer un poco más del bueno de Elgar? Pues porque si gana el jefe de Aziraphael, osea, Dios, nos tocará aguantar las 'Marchas de la Pompa y Circunstancia' por toda la eternidad. Poca broma, que diría Crowley. Aunque bueno, al Pato Donald de 'Fantasia 2000' y al Alex de 'La Naranja Mecánica' tampoco le caían tan mal.

Wikipedia, damas y caballeros. Wikipedia. El fin del mundo empieza por allí.

Tú primero. No, tú primero

Crowley. Te voy a decir una cosa. Las cartas sobre la mesa. Te digo los míos y tú me dices los tuyos.

Aziraphale. Muy bien. Tú primero.

Crowley. Oh, no, tú primero.

Aziraphale. Pero tú eres un demonio.

Crowley. Si, pero un demonio de mi palabra, espero.

En el número 392 de la revista 'Locus', parada obligatoria para cualquier soñador de una realidad más amplia, Neil Gaiman y Terry Pratchett posaron cual rockstars para una foto mágica. También, dieron una entrevista inolvidable, que hay que leerse de cabo a rabo.

Pero voy a elegir un extracto muy concreto y traducirlo porque creo poder teorizar, equivocándome seguro, que Neil Gaiman es Crowley y Terry Pratchett Aziraphale. Y al revés. Escucharlos hablar entre sí, dispararse ingenio a velocidad luz, da entender el porqué de tantos diálogos entre un ángel y un demonio.

Buenos Presagios Una de las portadas de la edición definitiva de 'Buenos Presagios', en concreto de la 'Edición Ocultista'.

Neil Gaiman. A esas alturas, ya empezamos a actuar en dúo. Intentábamos ver cuantas respuestas ingeniosas podíamos inventar para quienes nos preguntaban cómo colaborábamos juntos.

Terry Pratchett. Yo escribí todas las palabras y Neil las ensambló en ciertos patrones con sentido... Lo que no fue es uno de esos casos en los que uno de los tíos se lleva 2/3 de la pasta y el otro 3/4 del trabajo.

Neil Gaiman. No fue alguien escribe una sinopsis de tres páginas y luego otro escribe la novela entera y logra su nombre en pequeñito abajo de todo.

Terry Pratchett. Así no fue como lo hicimos, principalmente porque nuestros egos estaban a la gresca todo el rato, tratando de arrancar los mejores pedazos del otro.

Neil Gaiman. Ambos tenemos egos del tamaño de núcleos planetarios.

Por cierto, estamos a Martes. No, no mire el calendario. Hágame caso. Estamos a Martes.

Y punto.

Aún no ha terminado

Aziraphale. ¡No quería hacerlo! ¿No te lo he dicho siempre, Crowley? Si te tomas la molestia de mirar hondamente en cualquiera, te encontrarás que en el fondo son muy...

Crowley. Aún no ha terminado.

Toca saltar de protagonistas. A Doctor Who y Lucian, Señor del Tiempo uno, señor de los licántropos, el otro. Nos movemos en el tiempo mucho menos, apenas al 6 de octubre de 2018, fecha en la que la cuenta de Youtube ShowbizJunkies sube una entrevista, a pie de Comic Con neoyorquina, con Michael Sheen y David Tennant.

Como la de Gaiman y Pratchett, merece mucho la pena vérsela completa.

No voy a rescatar de ella, como de la anterior, un diálogo concreto. Me quedo con una curiosidad intrascendente. ¡Ambos ya habían coincidido una vez! Fue en una película dirigida por el comediante, actor y director Stephen Fry.

La película se llama 'Escándalo con clase', es de 2003 y va sobre un joven novelista, y su panda de amigos guapos, en la Londres de los años 30. Tennant y Sheen, antes de ser conocidos, compartieron reparto en esta cinta. Sin embargo, no tuvieron ni una sola escena juntos. Como De Niro y Pacino, estaban destinados a encontrarse en una circunstancia más feliz.

Y no, no la reseñamos aún en Espinof. Lo he comprobado. Deberes pendientes.

Por cierto, ahora estamos a Sábado.

Una última posdata. Es realmente bonito que Michael Sheen diga que su personaje está enamorado de Crowley. Es igualmente bonito que Tennant reconozca que ese amor es correspondido.

Eso es la burocracia

Crowley. ¿Tu gente te ha llamado?

Aziraphale. No. ¿La tuya?

Crowley. No.

Aziraphale. Creo que están haciendo como si nada hubiera pasado.

Crowley. Los míos también, supongo. Eso es la burocracia.

Y, como todo, sea bueno o malo, llegamos al final. Dominĭcus, Día del Señor.

Una última curiosidad. El nombre de Aziraphale sale exactamente 299 veces en la novela. El de Crowley gana de goleada, ni más ni menos que 447 veces. Punto para el Infierno.

Una última nota de despedida, de los hechos (o las mentiras que han cuajado en el tiempo), que cierran la actual edición de 'Buenos Presagios'. La mía, comprada en el aeropuerto londinense de Gatwick, con propósito de relectura para el presente artículo.

¿QUIÉN ESCRIBIÓ QUÉ?

Ah, otra de las peliagudas. Como Guardián oficioso de la Verdadera y Única Copia, Terry escribió físicamente más palabras del borrador que Neil. Pero si 2.000 palabras son escritas después de un montón de gritos emocionados, es un poco tontería de quién son esas palabras. Y, en cualquier caso, para honrarlos a ambos, los dos reescribieron y comentaron a pie de página las cosas del otro tipo, y los dos pueden escribir pasablemente en el estilo del contrario. Las escenas de Agnes Nutter y los chicos vienen más bien de Terry, y las de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis y cualquiera en la que aparecieran gusanos, arrancaron con Neil. Neil influyó más en el comienzo, Terry en el final. Al margen de eso, se gritaron con emoción un montón.

Se gritaban, por cierto, al contestador automático.

Era 1991.

'Toy Story 4' se enfrenta al más difícil todavía, estar a la altura de una saga que se superó a cada capítulo

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'Toy Story 4' se enfrenta al más difícil todavía, estar a la altura de una saga que se superó a cada capítulo

Recuerdo perfectamente la primera vez que la vi. A mi lado estaba mi hermano y un montón de desconocidos más en las butacas. De pronto, sucedió. En completo silencio y con unos acordes que eran como aldabonazos a la puerta del destino, los juguetes de siempre, Buzz, Woody, Mr. Potato, Rex, Jessie, Hamm, se dedican una última mirada y se dan la mano. Así, juntos, con una cara de profundo horror, pero unidos, se precipitan a un pozo de llamas.

Recuerdo perfectamente el silencio del cine. Era el mismo silencio que hubo en ese arranque silente, insuperable, de 'Up'. Me atrevería a decir que era un silencio aún más hondo. La gente lloraba, porque era inevitable pensar en la familia de uno. Y en que, pase lo que pase, a todos nos llegará el día de morir. Es una secuencia extraordinaria, valiente y conmovedora. Es una secuencia que marca de una manera diáfana por qué Pixar es (o ha sido) Pixar y los demás son los demás.

Y cuando el gancho desciende del cielo, con unos coros celestiales, plasmando el deux ex machina no como metáfora, sino como literalidad (una mano divina que salva a los héroes de la muerte), recuerdo la ovación. Los aplausos. Los hipidos. 'Toy Story 3' fue el colofón de una manera de entender el cine. La cumbre de dos décadas de jugársela una y otra vez y el último bastión del Hollywood más clásico, el dedicado a esculpir el guion hasta hallar su forma más sublime.

Pero ay, el tiempo pasa, y Pixar ya no es lo que era. Para mí, no lo es ni siquiera cuando filma nuevas obras. Ni 'Coco' ni 'Inside Out' me resisten la comparación con ese póker mágico que se inició en 'Ratatouille' y remató en 'Toy Story 3'. Esas cuatro películas elevaron la excelsa calidad de Pixar a otro nivel; eran un más difícil todavía que remató con lo imposible: una tercera entrega que se convertía no solo en la mejor película de su trilogía, sino en la mejor película de su estudio y en una de las mejores películas de todos los tiempos.

Esta semana se estrena 'Toy Story 4'. Veo muy, muy difícil que pueda seguir el ascenso infinito de una saga que, como el buen vino, se hacía mejor y mejor con cada nueva entrega. Voy a explicar por qué creo que, aunque no dudo de la calidad de lo que veremos en el cine, esta cuarta entrega no estará a la altura. Y voy a explicar también por qué las tres películas de 'Toy Story' lograron lo que casi ninguna trilogía logra: hacerse mejor y mejor con cada capítulo.

Los juguetes crecen

"¡Te repito que-eres-un jugueteeeee, un jugueteeeee infantiiiil!". "Lo ves, Buzz, ¡yo era un yo-yo!". Aquí empieza la grandeza de 'Toy Story'. Y aquí termina. La trilogía logra lo que todo guion ansía. Que sus personajes tengan arcos argumentales inolvidables. Que cada episodio encuentre un tema profundo y complementario a los anteriores que evite convertir la secuela en más de lo mismo. Y en este sentido 'Toy Story', como 'El Padrino', siempre tiene claro de qué está hablando. Elige las mentiras que creen sus personajes con una inteligencia y empatía como pocas ficciones pueden presumir.

La primera entrega, evidentemente, va de Buzz Lightyear. De hecho, va de una escena en concreto, musical (porque aún se notaba la influencia de los clásicos Disney), en el que el mundo de Buzz revienta. Sucede en casa de Sid, ese niño psicópata que tortura poderes. De pronto, tras el quicio de una puerta, Buzz escucha al mando estelar. Se emociona de recibir noticias al fin de los suyos. Pero antes de que pueda contestar, lo hace el spot televisivo por él. Es un momento terrible, ver cómo se hace añicos lo que Buzz creía sobre si mismo. Ver cómo solo es la cáscara de lo que creía ser.

En 'Toy Story 2', también frente a un televisor, Woody vive una catarsis a la inversa. Descubre que era un juguete extremadamente famoso. Que era un ídolo para la juventud. Y eso posa en él una duda que jamás había albergado: ¿Y si Woody fuera más importante que Andy? ¿Y si pudiera permitirse ser egoísta y apostar por él y no por el niño al que se ha jurado entretener? Es un dilema moral poderoso y un espejo invertido de la primera entrega.

Pero es en 'Toy Story 3' donde todas las piezas encajan. Los juguetes siempre están ahí, con una eterna sonrisa; pero los humanos, se van. Andy crece y su colección de sueños va menguando; los que tienen suerte, acumulan polvo en un cajón. Los que no, han desaparecido en ventas ambulantes. 'Toy Story 3' tiene que hablar de la muerte, de lo inevitable de su naturaleza; pero tiene que hablar también de cómo enfrentarse a ella.

Por eso la escena culminante de 'Toy Story 3', y de toda la saga, no es un momento individual que esculpe el arco de uno de los personajes. Es un momento colectivo de amor entre todos ellos, amor justo antes de precipitarse a su final. Porque la única respuesta ante la muerte es aferrar la mano y la mirada de quien se ama, hasta el último aliento.

Nada menos que con la muerte es con lo que tiene que competir 'Toy Story 4'.

El poupurri perfecto

De los muchos motivos que hacen extraordinaria a las 'Toy Story', hay uno que a veces pasa invisible. Su capacidad camaleónica para integrar en la trama cualquier tipo de género. Las películas de 'Toy Story' son increíblemente variadas porque se puede jugar con ellas a lo que se quiera. Todo encaja en este universo.

En la primera entrega, era llamativo todo el segundo acto, vivido en la casa del niño psicópata Sid y que es una auténtica lección maestra de cine de horror. Hay de todo tipo: el más psicológico (el suspense en la habitación de Sid que precede a la presentación de los juguetes mutantes), el más gore (el clavo oxidado que atraviesa la cabeza del soldado) y el más físico (las persecuciones, a lo 'Alien' o 'Tiburón', del perro de Sid, Scud).

'Toy Story 2' amplió el disfraz de géneros. Ya desde su arranque, homenajeando al cine de Amblim y LucasFilm y jugando por primera vez a representar el juego infantil, que fue la primera escena de la 'Toy Story' original, tal y como la imaginación del niño lo vive. En este caso, se trataba de un videojuego al que jugaba Rex, pero el guiño era evidente.

'Toy Story 3', una vez más, es la más completa. Arranca con la mejor secuencia de acción de toda la saga, un retelling espectacular de esa primera vez que vimos jugar a Andy con Woody y sus amigos. Sigue jugando con el horror y la distopía en la sociedad orwelliana de Sunny Side. Y se permite hasta orquestar un espectacular golpe a lo 'Misión Imposible' con un montaje en paralelo de enmarcar.

También en su atrevimiento con los géneros y el tono, 'Toy Story 4' tiene un Everest que escalar.

Todas las comedias

"Un día te encuentras salvando toda la galaxia y al siguiente estás tomando té con Maria Antonieta y su hermanita". Cada vez que oíamos esta línea de diálogo en 'Toy Story', mi hermano y yo reíamos hasta las lágrimas. En parte es por el doblaje espectacular de José Luis Orozco; la forma que dice "y su hermanita" es para acabar en urgencias con una tripa rota. Pero, sobre todo, por la brillantez de un guion que combina como pocos el control absoluto con la locura desbordante.

'Toy Story' encierra en sus trilogías muchos géneros, ya lo hemos dicho. Pero también muchas maneras de entender la comedia. Está el slapstick, con ese increíble momento tortita de Mr. Potato o los momentos de matador de la versión latina de Buzz Lightyear, ambos en 'Toy Story 3'. Está también la comedia de sofá, la de sitcom, con los múltiples e ingeniosos diálogos entre sus protagonistas mientras confiesan sus miedos y deseos. Está la comedia de referencias, a lo Simpson, con el "Yo soy tu padre" de Zorg seguido por el "Noooooo" de Buzz.

Chaplin y Keaton, pero también Hawks y Wilder.

Siempre he defendido que Pixar es, en realidad, el último bastión del Hollywood clásico, el de productor. Porque aquí no importaba tanto la individualidad del director (que también) como la calidad homogénea del resultado. De que uno fuera a ver una película de Pixar entendida como obra colectiva antes que individual.

Esa forma de entender el cine brilla especialmente en la comedia. Y dicha comedia brilla aún más especialmente en la saga 'Toy Story'. Todos los tipos de sonrisa y de carcajadas se encuentran contenidas en estas películas. Y engrasan de forma extraordinaria con sus elementos dramáticos.

La escalera tecnológica

Es quizás, el aspecto menos relevante en lo creativo. Mi hijo, que no sabe nada de tecnología aún, que no ha tenido tiempo en sus tres años de vida de volverse friqui de los shaders, la texturización, el renderizado, los materiales, el blur, el aliasing y tantos y tantos otros términos esotéricos, disfruta sin plantearse diferencia alguna de cualquier 'Toy Story'. Porque la historia y los personajes son el sostén incluso en ausencia de imágenes.

Pero hay, evidentemente, otro crescendo en la saga 'Toy Story 3', y es el crescendo tecnológico. El salto más evidente se da de la segunda entrega a la primera. Vista hoy, 'Toy Story 1' canta mucho. Sigue teniendo detalles increíbles para una producción de 1995, por ejemplo como reacciona el edredón de Andy a los pies de los personajes. Pero tanto la calidad de las texturas como, sobre todo, de las expresiones faciales están a años luz de lo que solo un lustro después ya era posible. El movimiento labial de Betty o de los aliens de Pizza Planet cantan la traviata.

'Toy Story 2' fue una mejora tremenda en todos los sentidos. Sobre todo en las texturas y en la iluminación. La crudeza de la luz en muchas escenas de 'Toy Story' hace que la imagen parezca aún más sintética. Con 'Toy Story 2' ya estamos en un tratamiento de la luz matizado, capaz de competir con lo que puede hacer un gran director de fotografía en una película de imagen real.

Pero 'Toy Story 3', aunque se aprecie menos el salto, es la cinta que realmente explota a nivel tecnológico. Es una película en la que uno puede detenerse horas en cada fotograma y apreciar los miles y miles de nimios detalles. Es una película para obsesos (Pixar lo ha sido) de lo técnico, los que son capaces de percibir abismos donde el público general nada ve. Es una película, en fin, para ver con las lentes de expertos como Digital Foundry y maravillarse de la combinación de artesanía y tecnología con la que Pixar logra hacer que sus mundos palpiten como ninguno.

'Toy Story 4' seguro que será la mejor en lo técnico. Pero dudo de que sus conquistas asciendan a otro nuevo nivel. Porque, desde 'Toy Story 3', pocos peldaños quedan ya.

Hay un amigo en ti

Ya lo he dicho. Me repito. Lo veo difícil, difícil... 'Toy Story 4', seguro, será una buena película. Pero me cuesta entender cómo va a lograr ser una película necesaria. No creo que nos encontremos con un desastre de guion como el de 'Indiana Jones 4', porque Pixar cuida primorosamente (aunque haya decaído) lo que produce.

Sí estoy convencido de que nos encontraremos en una situación similar a la de 'Los Increíbles 2'. Una película, valga la redundancia, increíble, pero sin nada nuevo que contar de los personajes. Me temo que 'Toy Story 4' tendrá o bien una reiteración de temas ya vistos, o bien una ausencia completa de temas (aventurillas, sin más) o bien nuevos temas de mucho menor calado.

Ya se ha hablado de la muerte, de la ambición, de las mentiras que nos contamos para creernos aquello que no somos. De la amistad. Da igual lo bien que esté hecha; ni el mejor arte y artesanía pueden insuflar significado. Las mentes de Pixar son brillantes encontrando motivos, normalmente ahondando en sus personajes, para contar secuelas. Pero no son infalibles. Ahí están 'Cars 2' y 'Monsters University' para demostrarlo.

Ojalá me equivoque, pero dudo muchísimo de que 'Toy Story 4' pueda estar a la altura. Dudo, realmente, de que tenga sentido un 'Toy Story 4', aunque sea la mejor versión imaginable de ese nuevo capítulo. No hay nada más que contar aquí. Como el hilo que cuelga en la espalda de Woody, repetir las mismas chanzas acaba por quitarle el sabor a lo que nos fascinaba.

El veredicto, este viernes en nuestras salas.

'Men in Black': de cómo una película eclipsada por 'Titanic' se convirtió en una saga de cine multimillonaria

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'Men in Black': de cómo una película eclipsada por 'Titanic' se convirtió en una saga de cine multimillonaria

'Men in Black'. Tres películas. Casi dos billones de dólares recaudados. Un hit en Los 40 Principales. Decenas de criaturas alienígenas. Steven Spielberg en la producción. Quién le iba a decir a un ya treintañero y descreído guionista de Tennessee llamado Lowell Cunningham que sus cómics de aires noir para adultos terminarían siendo una franquicia de blockbusters para toda la familia. La cuarta la protagonizan Thor y Valkyria y está a la vuelta de la esquina.

Los defensores de la galaxia

Puede que en realidad no seamos el tipo de espectador que una película como 'Men in Black (Hombres de negro)' necesita. Puede que no lo fuéramos en 1997, durante aquella etapa de descreimiento y negación, cuando otras corrientes cinematográficas nos arrastraban a otro tipo de salas. Puede que tampoco lo seamos ahora, algo cansados de una fórmula blockbuster infinita donde la sorpresa y la libertad brillan por su ausencia.

Así que puede ser fácil olvidar que con sus poco más de noventa minutos, algo totalmente inviable en esa liga en actualmente, ‘Men in Black’ es la buddy movie más taquillera de la historia del cine. Habría sido el éxito incontestable de 1997 si a James Cameron no le hubiera dado por estrenar la película aquella del barco que todos hemos visto más de una vez.

Men In Black Comics

Barry Sonnenfeld, director de fotografía de los primeros títulos de los Coen, de cult-movies como 'Pánico a las tres' o de éxitos como 'Big' o 'Misery', llegaba una temporada triunfal con 'La familia Addams' o 'Cómo conquistar Hollywood', sus dos mayores éxitos. La película protagonizada por Will Smith y Tommy Lee Jones dio en el clavo con su mezcla perfecta de personajes y situaciones alucinadas.

Y eso que el director no las tenía todas consigo antes de empezar la producción. El problema se llamaba Tommy Lee Jones: "Vi a Tommy hacer una entrevista televisiva unos años antes, y me pareció un tipo tan chungo que recuerdo haber pensado 'Gracias a Dios que nunca tuve que trabajar con este idiota'. Pero debo decir que terminé amando cada minuto de compartido con él. Nos llevamos extraordinariamente bien".

A simple vista, recaudar menos de la mitad de lo que se embolsó 'Titanic' puede parecer una derrota, pero la película también costó algo menos de la mitad. La tercera película más taquillera ese año sería la secuela de 'Parque Jurásico', que contó con un presupuesto aún más bajo que los 90 millones de la película de Sonnenfeld. 'El mundo perdido' costó unos inauditos setenta millones de dólares.

Al contrario que otras franquicias como 'Piratas del Caribe', basada directamente en un videojuego atracción de feria, Men in Black: Alien Attack abriría sus puertas en el año 2000, un par de años antes de la llegada de la secuela con el mismo equipo. 'Men in Black' recaudó a nivel global casi seiscientos millones de dólares y se llevó un merecido Óscar de maquillaje por el increíble trabajo de Rick Baker y David LeRoy Anderson.

Además, aprovechando la popularidad de la película, Amblin y Columbia, en asociación con Marvel, facturaron la correspondiente adaptación animada para televisión. A ver, si 'Godzilla' versión USA 98 dio para una, cómo demonios no iba a tener su serie animada 'Men in Black'. Por si fuera poco, la serie se ganó el respeto de crítica y público.

Durante cuatro temporadas y a lo largo de 53 episodios, la serie se desarrollaba en una línea temporal alternativa a la de las películas, aunque episodios incluían detalles vistos en la franquicia cinematográfica. Si bien la serie ofrece cierta continuidad interna y arcos argumentales que ocupaban más de un episodio, estaba formada principalmente por episodios autoconclusivos. Algunos temas recurrentes de los mismos fueron la exploración de los orígenes de K o la vida del agente J antes de unirse a los hombres de negro.

Menos es más

Es posible que el éxito de 'Men in Black', escondido entre los premios a 'Titanic', se hiciera aún menor rápidamente. 'Wild Wild West', basada vagamente en serie de televisión de los sesenta creada por Michael Garrison, fue un batacazo de los que aún se recuerdan aún siendo el sexto western más taquillero en la historia de su país.

Director y estrella, Sonnenfeld y Smith, no supieron encontrar el tono adecuado a un producto desmadrado pero también caduco, y en aquellos meses precios al efecto 2000 y a la revolución cinematográfica que supuso 'Matrix', sembró de sospecha todo lo que tocaban. Digamos que recaudó lo mismo que 'La Familia Addams'... costando seis veces más.

Cinco años después, en las oficinas de Sony encendieron la luz verde para la esperada secuela de los hombres de negro, y si bien la cosa es muy reivindicable, el incremento de presupuesto no se vio reflejado en la recaudación. Hablando claro: la secuela costó más que la original (50 millones más para un total de 140) y recaudó menos (441 millones ante los 600 de la primera), así que aún cubriendo gastos, la franquicia estaba condenada a entrar en suspensión una temporada.

Y eso que la secuela es juguetona y verbenera. No llega a los 90 minutos de duración, añade a un icono como Johnny Knoxville al reparto y a una villana tan increíble como la Serleena de Lara Flynn Boyle, una de las villanas más sexys que recuerda la ciencia ficción para todos los públicos. Buena parte de la diversión extraterrestre extravagante de la secuela corresponde al nuevo equipo de guionistas formado por Barry Fanaro y Robert Gordon, partícipes de obras maestras de la comedia como 'Héroes fuera de órbita' o 'Vaya par de idiotas'.

Han pasado casi veinte años y aún nadie se toma en serio una secuela que hizo dinero, tal vez menos de lo esperado, pero que se mantiene más fresca e irreverente, y por supuesto mucho menos encorsetada que su predecesora.

A la tercera va la paradoja

Diez años es mucho tiempo, y arriesgarse con una tercera entrega, hay que reconocerlo, es de valientes. Más aún si el presupuesto es mayor que la suma de los de las dos películas anteriores. 225 millones de dólares y diez años después, volvían los hombres de negro con una historia más personal, clásica y, y tal vez, más interesante que nunca. Los agentes J y K están de vuelta en el tiempo. La desaparición del viejo compañero de J (Smith) a finales de los sesenta obligará al agente más saleroso del cuerpo a regresar al pasado para averiguar qué ha pasado.

Esa idea, la más interesante de la saga, se desarrolla con sencillez dentro de un alucinante diseño de producción. Con la sencillez que te otorga rodar una película tan ambiciosa sin tener un guión cerrado. Hay que reconocer que la película, para no contar con un guión, puede ser la más lograda de todas las películas mastodónticas que se iban escribiendo sobre la marcha de los últimos años. Todo es una paradoja aquí.

El brutal presupuesto de 225 millones de dólares sirvió para un reembolso de 624 más otros 60 en ventas domésticas. 700 millones de recaudación no está mal, así que era cuestión de tiempo que volviéramos a cruzarnos en el camino de las bandas de extraterrestres molestos.

Men In Black Grafica

Hombres y mujeres de negro y viceversa

Y en estas nos encontramos con la inminente 'Men in Black: International', que con su nuevo director y reparto no lo va a tener fácil para lograr el taquillazo que la compañía esperaba en el momento de dar el ok. El mucho más guerrero F. Gary Gray toma el relevo en la dirección, mientras que la pareja surgida de Asgard formada por Chris Hemsworth y Tessa Thompson serán los encargados de llevar a cuestas la nueva historia, centrada en este caso en un infiltrado, un topo, en la organización.

Los primeros análisis barruntan unos 40 millones de dólares en su primer fin de semana, lo que sería el debut más flojo en una franquicia que siempre ha sobrepasado los cincuenta durante el estreno. El caché de las estrellas de la trilogía original se ha visto reducido con dos nuevos rostros más amortizables, probablemente la razón principal por la que el presupuesto se ve reducido hasta la mitad de los 220 millones de la anterior entrega.

Así, 'Men in Black: International' será la segunda película más "barata" de la franquicia, detalle que se deja intuir no solo en el cambio de nombres al frente del reparto, si no también en la predominancia de los efectos digitales por ordenador en lugar del aparatoso y mágico maquillaje de los buenos visjoe tiempos. Con todo, el detalle más llamativo (para mal) de la película es contar con tres editores acreditados. Pero pronto saldremos de dudas, y seguramente la película recaude lo suficiente como para seguir avanzando hacia, quién sabe, un definitivo cambio de rumbo en la saga. De momento parece que se encuentra cómoda en la discreción del trabajo bien hecho. Ojalá no se hubieran echado para atrás con el atractivo crossover entre los hombres de negro y los infiltrados en clase.


Cómo la industria del cine está buscando el truco de venta definitivo para solventar que la gente no vaya al cine

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Cómo la industria del cine está buscando el truco de venta definitivo para solventar que la gente no vaya al cine

Que si la experiencia. Que no se ve igual con las gafas. "¿No has ido a ver la peli en 4DX?" "Hacen un bistec buenísimo en ese cine". "Dejo al chaval en los columpios". Uno antes pedía una entrada, pagaba, se sentaba, veía la película y se iba a casa más o menos contento según lo que había visto. Pero los cines han cambiado. Las películas han cambiado. Nuestras costumbres, también.

Sofá, mantita, microondas

La venta de entradas en España descendió por primera vez en cinco años durante 2018. Los espectadores y la recaudación en las salas de cine españolas cayeron un 2% en 2018, aunque la cuota de mercado del cine español fue de un 17,5% frente al 17,1% de 2017, una subida liderada por 'Campeones', 'Superlopez' y 'Perfectos Desconocidos', según datos de Comscore.

La llegada de Netflix, unida al excelente catálogo en constante movimiento de Filmin, la encarnizada guerra de fans que generan las míticas series de HBO o la madre de todas las plataformas, con ese Disney + amenazando en lontananza, están haciendo mella en las carteras de los consumidores cinematográficos.

El devorador de audiovisual ha pasado de ver cómo su videoclub de confianza cerraba con la desaparición del alquiler en formato físico domésito, provocado en parte por el cataclismo de Internet, a consultar la cartelera de su plataforma favorita.

Muchas de esas veces, malgastando el precioso tiempo que duraría un estupendo episodio de 'Barry'. O de 'Doom Patrol' si te pasas de la raya haciendo scroll en sus pantallas de contenido. La oferta es infinita, y su precio es bastante más asequible que una entrada de cine.

Además, esa entrada solo nos da derecho a entrar en una sala que antes nos obligará a levantarnos del sofá, compartir transporte público con gente que no conoces pero te cae mal automáticamente, hacer cola y rezar porque la sesión no sea numerada y tu asiento se encuentre en el radio de alcance de un comedor de nachos con salsa de queso caliente.

Aquellos nachos fueron los primeros aperitivos indeseables que llegaron a los cines. Desconozco a quién perteneció la idea original, quién llegó a la junta y dijo "Nachos. Nuestros cines necesitan nachos", pero durante mucho tiempo, en concreto durante la última etapa de oro de nuestras salas, fue el enemigo número uno.

Fila 10 pasillo, vino tinto y escalope

Lejos quedaban ya los días en que nos molestaba una bolsa de chuches que no se abría, una lata de refresco que hacía el ruido que no hacían los vasitos del bar del cine o esa cerveza metida de extranjis que molestaba nuestra inocencia.

Quién nos iba a decir entonces que eso solo sería la punta del iceberg de muchas de las salas más prestigiosas del mundo ahora mismo. Durante el verano pasado, en una visita relámpago a Londres, vimos 'Jurassic World: El reino caído' en el estupendo Picturehouse Central al lado de una pareja que estaba disfrutando de una cara botella de vino. Con copas.

Una copa es precisamente lo que también tenemos a nuestro alcance en las lujosas salas Luxury. Copa que puedes tomar después de la amplia oferta gastronómica y no demasiado local: hamburguesas, crepes dulces y salados o tartas con nombres en inglés son solo parte de la oferta.

Pero si pensabas que la carta de las salas Yelmo más próximas a nosotros era "exótica" es que no te habías parado a ver el increíble y muy loco menú de los AMC Dine-In Theatres, con una carta de lo más variopinta que incluye deliciosas hamburguesas llenas de toppings, churros (sí, churros) rellenos de crema de chocolate y avellanas o coles de Bruselas con bacon. Sí, coles de Bruselas con bacon. Todo ello, en efecto, una comida poco amiga de ser engullida en una habitación oscura.

Menus-Amc-Cines

Tal vez eso sea demasiado para nosotros, simples mortales que únicamente deseamos ver una película en las mejores condiciones. O en condiciones estándar pero con asientos cómodos. En ese sentido, la oferta también cuenta con diferentes soluciones.

Donde caben dos, caben tres

El coqueto Cinéma Aventure de Bruselas, remodelado por un joven grupo de amantes del cine, cuenta con tres salas donde hay cabida para el culto, el cine independiente y los taquillazos. Las tres salas difieren en tamaño (normal, pequeña y más pequeña), pero las dos menos amplias tienen una ventaja muy gustosa: los asientos son dobles. Sí, prácticamente un sofá con una pantalla mucho más grande que la que tenéis en casa.

Otro tipo de proyecciones se benefician de ese tipo de confortabilidad, como las cada vez más comunes sesiones para madres que aún amamantan a sus bebés. Con un poquito de luz, sin un sonido atronador (obviamente no será 'Godzilla' la mejor opción para ese pase) y con la temperatura regulada, la conocida como "sesión teta" está siendo todo un éxito.

La idea arrancó gracias a una veterana enfermera preocupada por el aislamiento de las mujeres durante la etapa de lactancia. La sesión teta ya es un clásico en España y no tiene ánimo de lucro. Solo quiere que las nuevas mamás también puedan ir al cine.

Por su parte, los cines Yelmo no solo están habilitados para servir cenas y copazos a los adultos. También nos encontramos con la Sala Junior, un concepto de sala de cine ideado por la cadena y dedicada en exclusiva para que niños de 1 a 13 años puedan disfrutar de sus películas favoritas en familia.

Cabecera Cine Yelmo

Estas salas disponen de un enorme tobogán que recorre uno de los laterales de la sala, además de un parque de bolas para los más pequeños. Además, la Salas Junior de Yelmo transforman las butacas en tumbonas, o se convierten en puffs tanto individuales como dobles, ideales para un ver una buena película familiar con los más pequeños.

En estas salas hay el suficiente espacio libre para que los niños corran, duerman la siesta mientras sus hermanos mayores (y sus padres) ven la película. Visitar estas salas abarrotadas es lo más parecido a esto que podrás vivir en una sala de cine:

En las antípodas de la sesión teta nos encontramos con el 4DX, que por si no fuera suficiente espectacular por sí solo (intenta decir cuatro dé equis con voz firme), también puede llegar combinado con el formato IMAX. Ir al cine a ver una película en IMAX 4DX o Laser Ultra con Dolby Atmos no suena igual que el "voy a ver una peli" con el que nos criamos muchos.

En la variedad está la diversión

Últimamente las salas de cine están ofreciendo contenidos que nada tienen que ver con el séptimo arte. Las cadenas de cines, las multisalas, las que han provocado que nuestros históricos y elegantes edificios donde antes se proyectaban sueños ahora sean tiendas de ropa barata, tienen que amortizar la inversión.

Ópera, eventos deportivos globales o, en el mejor de los casos, representaciones de obras teatrales inviables en otro tipo de sala (por tamaño, porque tenemos no pocas salas underground en España) también se han subido al escenario cinematográfico.

Incluso cosas tan a priori poco cinematográficas como puedan ser 'Operación Triunfo' han pasado por las salas. O un pase a las tantas de la mañana con coloquio incluido sobre el final de una de las series más influyentes de todos los tiempos. Cualquier día vemos el 'Sálvame Deluxe' en una de esas salas.

Puede que el cine haya muerto, pero la oferta sigue en pie y el menú cada vez es más extenso. Al final las salas terminarán convertidas en el equivalente a uno de esos restaurantes imposibles tipo "Pizzería Estambul" pero con una pantalla de cine en lugar de una plancha grasienta.

Revolucionaron el cómic de superhéroes y ahora asaltan HBO: esta es la historia de la Doom Patrol

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Revolucionaron el cómic de superhéroes y ahora asaltan HBO: esta es la historia de la Doom Patrol

La ruptura de Marvel y Netflix y la subsiguiente finalización de las principales series basadas en sus superhéroes ha creado un variado panorama de adaptaciones de cómics que tiene como penúltimo episodio a un grupo de DC Comics cuya popularidad está a años luz de la Liga de La Justicia e incluso los Titanes. La Doom Patrol, conocida en España como la Patrulla Condenada, llega a HBO a través de una primera temporada que pone el foco de atención en un grupo de héroes atípicos y llamativos.

Un reparto estelar que incluye a rostros conocidos como Brendan Fraser (que encarna a Robotman y, por lo tanto, no veremos mucho su cara), Timothy Dalton o Matt Bomer y que recupera a algunos de los personajes más celebrados de los cómics, con el añadido de Cyborg, un personaje que ha militado en los Titanes o la Liga de la Justicia. La primera temporada de la serie ha sido celebrada tanto por fans de los personajes como por seguidores de lo superheroico.

Pero… ¿Quiénes son esos peculiares personajes?¿De dónde salen? Retrocedamos más de medio siglo atrás...

Mi gran aventura: los inicios de la Patrulla Condenada

Doompatrol

Los orígenes de la Patrulla Condenada se remontan a los sesenta. El peculiar supergrupo debutaría en 1963 en el número 80 de la serie 'My Greatest Adventure', que era una antología de historias contadas en primera persona que combinaban género fantástico con ciencia ficción. Tan solo seis números después, y ya dedicada totalmente a contar historias del supergrupo, la cabecera cambiaría su nombre por del de 'Doom Patrol', manteniendo su numeración.

Con guiones de Arnold Drake y Bob Haney y dibujo de Bruno Premiani, la historia fundacional del grupo presentaba al doctor Niles Caulder en su afán por reclutar a seres poderosos marginados por la sociedad debido a su apariencia y habilidades. La formación inicial incluiría a Robotman, Elasti-Girl y Negative Man.

'Doom Patrol' ofrecía una aproximación diferente a la figura del superhéroe de la que acostumbraba a trabajar DC Comics. Sus protagonistas, claramente influenciados por una época de movimientos reivindicativos de minorías, estaban muy alejados de figuras casi divinas como Superman o Flash, e incluso abundaban en problemas personales, algo más habitual de los personajes Marvel. Además, contaban con una galería de villanos bien llamativo como el General Inmortus o el Hombre Vegetal-Animal-Mineral.

Tan solo tres meses después saldría a la calle el número uno de los X-Men, conocidos en España como la Patrulla-X. A saber: un supergrupo de mutantes marginados por la sociedad organizado por un sabio en silla de ruedas. Los rumores de plagio por parte de Stan Lee han sido una constante durante estos años, sobre todo cuando la supuesta copia superó en éxito y ventas al original.

La primera serie de la Doom Patrol sería cancelada en el número 121. Su final volvería a ser innovador, en tanto en cuanto conllevaría la muerte de los personajes protagonistas.

Un nuevo inicio

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Tendrían que pasar siete años para la vuelta de la Patrulla, aunque con unas características bien distintas. El guionista Paul Kupperberg, junto con el dibujante Joe Staton, trabajaron para revivir el supergrupo. Sería en las páginas del número 94 de 'Showcase', un título en el que DC presentaba nuevos personajes, a los que posteriormente dotaba de serie propia si resultaban ser populares.

Kupperberg presentó durante tres números a un nuevo plantel de personajes, rescatando a Robotman y añadiendo una nueva versión de Negative Woman y un nuevo héroe, Tempest, todos ellos liderados por la esposa del doctor Caulder, Celsius. El tono de estas nuevas aventuras estaba alejado del concepto original de la Doom Patrol apostando por un estilo más canónico de superhéroes, y no acabó de calar entre los lectores. La nueva Patrulla Condenada no se ganó el derecho a una nueva serie, pero sí apareció ocasionalmente en algunos títulos DC.

Kupperberg se saldría con la suya diez años después. En 1987 salía a la calle el número uno del segundo volumen de 'Doom Patrol'. Con dibujantes como Steve Lightle y un joven Erik Larsen, la serie retomaba la nueva plantilla de finales de los setenta y añadía varios personajes como Scott Fisher, Lodestone o Karma. De nuevo, la impronta demasiado previsible de las aventuras del grupo haría que DC buscase un revulsivo tras menos de una veintena de números.

Grant Morrison, contigo empezó todo

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La revolución tenía nombre y apellidos: Grant Morrison. Al calor de su gran éxito con la novela gráfica 'Arkham Asylum', en la que había abundado en el lado oscuro de Batman y su entorno, DC se puso en manos del guionista escocés para que hiciese lo que quisiera con la Patrulla Condenada. La primera petición de Morrison antes de ponerse manos a la obra fue que Kupperberg se deshiciese de gran parte de los personajes que había creado, para que él tuviese todo a su gusto.

Kupperberg mató a varias de sus creaciones en el macroevento 'Invasión' y, a partir de ahí, Grant Morrison se hizo dueño y señor de la serie. Con el dibujante Richard Case y y diversos entintadores como Scott Hanna, el guionista acometió una odisea de surrealismo y experimentación cargada de homenajes, metalenguaje y referencias literarias.

La serie vio cómo desfilaban algunos de los grandes temas en la carrera de Morrison, como las realidades subyacentes, la cotidiana delirante y la plasmación de percepciones alteradas. Bajo su batuta todo parecía posible, mágico y terriblemente sofisticado, y es esa sensibilidad la que ha querido tomar como punto de partida la serie de televisión de Doom Patrol.

A lo largo de los cuarentaipico números en los que Grant Morrison estuvo al frente de la serie, 'Doom Patrol' pasó a convertirse en predecesor de Vertigo, el subsello adulto en el que DC quiso desarrollar proyectos asociados al terror y lo fantástico con perspectivas más audaces de las que permitía el universo superheroico en el que habitaban Superman y compañía.

El número 64 de la serie, primero de la nueva guionista de la serie, Rachel Pollack, sería el primero de Doom Patrol dentro de Vertigo. Escritora, novelista y tarotista, Pollack asumió la difícil tarea de continuar una serie que había cobrado significado gracias a Grant Morrison, y lo hizo imprimiendo su propia personalidad al título.

Leer hoy en día los números que Pollack, la primera mujer transexual en ponerse al frente de un cómic Marvel o DC, realizó junto con Linda Medley y, sobre todo, Ted McKeever, es ser testigo de historias muy avanzadas a su tiempo (mediados de los noventa) con un desarrollo de personajes innovador y un discurso fuertemente asentado en temas como sexualidad, género y transgénero. Estos números de la serie permanecen inéditos en castellano y no han sido reeditados por DC. 'Doom Patrol' fue cancelada en su número 87, en 1995.

La Patrulla Condenada del siglo XXI

Doom Patrol Metal Men Promo

Habría que esperar hasta 2001 para un nuevo intento de resurrección de la Doom Patrol. John Arcudi, creador de la Máscara y habitual guionista del universo Hellboy, acompañado de dibujantes como Tang Eng Huat o Rick Geary, devolvieron al supergrupo al Universo DC. Encabezado por el perenne Robotman, con la compañía de nuevas creaciones como Fever, Fast Forward, Freak o Kid Slick, las aventuras del grupo volvieron a chapotear en el terreno de lo poco destacable y aguantaron poco más de una veintena de números.

Posteriormente, John Byrne, mítico dibujante de títulos como 'X-Men' o 'Superman', buscaría darle una nueva oportunidad a los personajes. Byrne, lejos de su mejor forma, asumió la dirección total de la serie, eliminando de la continuidad DC todas las etapas anteriores a la de los años sesenta y añadiendo nuevos personajes. El experimento tampoco acabó de funcionar y la serie fue cancelada tras 18 números.

DC recuperaría la continuidad de la Patrulla Condenada incluyendo a una mezcla de personajes del grupo en su megaevento 'Crisis Infinita'. Tras ello, Ketih Giffen y Matthew Clark iniciarían un nuevo volumen de la serie regular que recuperaba a la formación original y que, de nuevo, no pasaría de la veintena de números antes de ser cancelada por sus discretas ventas.

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A partir de entonces, la Patrulla Condenada estaría presente en el Universo DC gracias a la casi constante necesidad de la editorial de reflotar y redefinir su ecosistema superheroico, casi siempre como carne de cañón. Entre 'Los Nuevos 52' y 'Maldad Eterna', el supergrupo aflora puntualmente, primero con la configuración de Paul Kupperberg y luego con la clásica y más habitual.

A imagen y semejanza de su etapa de mayor esplendor, la Doom Patrol, en uno de sus momentos más bajos, volvía a ser puesta en manos de un guionista estrella. Gerard Way, líder de la banda de rock My Chemical Romance y guionista de éxito de su propia serie de cómics, 'The Umbrella Academy', que también ha sido llevada a la televisión.

Way, junto al dibujante Nick Derrington, formaba el equipo creativo que daría nueva vida a la Doom Patrol dentro del subsello Young Animal, liderado por el propio Way y mediante el que DC buscaba repetir la fórmula Vertigo, dando un tratamiento adulto, moderno y experimental algunos de sus personajes.

La Patrulla Condenada de Way y Derrington supone una puesta al día de todo aquello que planteó Grant Morrison, pero plantando aquellas semillas en un terreno tan distinto como el de la generación millennial, añadiendo personajes e inoculando claramente su personalidad. La serie ha alcanzado con éxito dos volúmenes de seis entregas y volverá este verano con uno nuevo.

Que 'Friends' se vaya a mudar a HBO España es un ejemplo de lo que se viene este año en la guerra de contenidos

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Que 'Friends' se vaya a mudar a HBO España es un ejemplo de lo que se viene este año en la guerra de contenidos

Dejó de emitirse hace 15 años, pero 'Friends' sigue siendo una de las joyas de la corona de Netflix. Pronto ese tiempo verbal será incorrecto, porque un mensaje de HBO España en Twitter deja bastante claro que esta serie estará disponible en esta plataforma de streaming el próximo 1 de julio.

Eso convertirá la oferta de HBO en más potente que nunca, algo importante teniendo en cuenta que 'Juego de tronos' ya no será con mucha probabilidad el el constante reclamo que tenía la plataforma para atraer nuevos usuarios. No queda aún del todo claro si Netflix seguirá emitiéndola, pero está claro que las cosas se van a poner de lo más interesantes en esa guerra de contenidos audiovisuales.

'Friends' se muda

El mensaje de HBO España aparecía hace unos minutos en Twitter con un mensaje singular que invitaba a desvelar el misterio. No hablaban específicamente de Friends, pero desde luego el pequeño vídeo integrado apuntaba a ello.

La relevancia de 'Friends' es sorprendente años después de haber dejado de emitirse. Es una de las series que más maratonean los usuarios de Netflix en España o de otras plataformas que la emiten en el resto del mundo, y es una de esas apuestas seguras que hacen que los espectadores siempre tengan algo a lo que recurrir por su carácter atemporal y fácil de consumir.

No queda del todo claro si Friends desaparecerá de Netflix, pero hay un indicio interesante que podría apuntar a ello: la serie empezó a emitirse en esta plataforma el 1 de julio de 2016 y el contrato era de 3 años, lo que precisamente coincide con el anuncio de HBO España.

Este servicio de hecho usaba la expresión "se muda", lo que hace pensar en que efectivamente pasa a HBO España de forma exclusiva. En Xataka nos hemos puesto en contacto con los responsables de Netflix en nuestro país, y actualizaremos esta información si logramos más detalles.

La guerra de contenidos comenzado ha

Este movimiento de HBO es solo un ejemplo de lo que está por venir en los próximos meses. La llegada de plataformas nuevas dentro y fuera de España podría cambiar de forma radical las reglas del juego, y los movimientos que se están realizando apuntan a un futuro de lo más convulso para todas estas plataformas.

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Así, NBCUniversal pretende lanzar su propio servicio de streaming en 2020 y es propietaria de los derechos de 'The Office', una de las series que rivalizan con 'Friends' en cuanto a popularidad en ese formato tan simpático y fácil de consumir.

Hay quien dice que los 100 millones que se estima que pagó Netflix por 'Friends' en su día podrían haberse quedado pequeño ante el negocio que tienen con 'The Office'. De hecho la estimación de su valor para emisión es de 160 millones de dólares.

Mientras tanto Warner está preparando su propia plataforma también, algo que pone a HBO España en una situación singular: pertenece a Warner, pero no hay HBO en el resto de Europa más allá de los países nórdicos. No parece probable que con ese anuncio el futuro de HBO se vea amenazado a corto plazo, pero una posible fusión en el futuro, con Warner ya disponible en España, no es descartable.

Y por supuesto está Disney, que tiene todo en su mano para lograr convertirse en dueña y señora de las plataformas de streaming si sabe jugar sus cartas. Y si alguien está sabiendo cómo jugarlas últimamente, esa es Disney.

Tiempos interesantes para el streaming de contenidos audiovisuales, desde luego. Será interesante ver cómo acaba esa particular guerra, pero está claro que aún veremos mucho movimiento con el mismo objetivo de siempre: atraparnos a nosotros, los espectadores, que podremos beneficiarnos de la que será probablemente una oferta televisiva fascinante... y cara, sobre todo si empezamos a tener que suscribirnos a varios servicios para poder ver todo lo que queramos.

Secretismo, prisas y paranoia: subtitular series y películas cuando no distingues quién sale en la pantalla

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Secretismo, prisas y paranoia: subtitular series y películas cuando no distingues quién sale en la pantalla

Si eres fan de ‘South Park’ es posible que recuerdes un capítulo de Navidad de hace unos años en que aparecían Pewdiepie (como él mismo), Bill Cosby y varios hologramas. El capítulo, cuyo tema central era la juventud y las redes sociales, se llamó originalmente ‘#HappyHolograms’, haciendo un juego de palabras bastante evidente entre holidays y holograms.

La versión española podría haberse traducido como ‘#FelicesHologramas’, una opción académica por su literalidad pero extraña como felicitación navideña. Al final se optó por ‘#FelicesFiestaghs’, dejando de lado los hologramas pero conservando la intención de felicitar a los fans, esta vez a través de un nuevo juego de palabras muy pertinente porque el título del capítulo era un hashtagh y también por el tema que abordaba el episodio.

Elegir #FelicesFiestaghs no fue una decisión de Trey Parker y Matt Stone, sino que se le ocurrió a Sara Hernández, traductora audiovisual y subtituladora oficial de ‘South Park’.

Hernández adaptó el título y todos los diálogos del capítulo de 22 minutos de ‘South Park’ en 15 horas. El tiempo que pasó desde que recibió el vídeo del episodio y el guion en inglés hasta que lo tradujo, montó los subtítulos en cada una de las escenas y lo mandó de vuelta para su emisión en VOSE. Lleva cinco años haciéndolo de la misma forma.

Con los traductores de series, documentales y películas pasa un poco como con los porteros de fútbol, que son recordados más por las cantadas que por los partidos en que dejan la portería a cero. Si hacen bien su trabajo, los titulares suelen destacar los méritos de otros. Pero, al igual que un partido exige que haya porteros, la difusión de la cultura hace imprescindibles a los traductores audiovisuales.

Y mucho más ahora, con el auge de las plataformas de streaming y su producción de series en cadena.

Un sector que ha cambiado mucho en los últimos años

Para Carla Pavia, traductora audiovisual y fundadora de agencia de traducción In the frame, la irrupción de las plataformas de streaming ha cambiado el sector “y yo diría que, en general, para bien. Una de las razones más obvias es que tenemos más trabajo porque contamos con mucho más contenido que no para de producirse y que solo va en aumento. Ya no solo gracias a plataformas como Netflix, HBO o Amazon Video, sino que además ahora también se suman al carro AppleTV y Disney Plus”, explica.

Y si sube la oferta de series y de películas, también aumenta la demanda de personas para ser traductores audiovisuales, un colectivo que incluye tanto a quienes traducen para subtitular como a los que lo hacen para el doblaje. “Cada año entran cientos de nuevos universitarios en el mercado, así como también traductores no profesionales o poco experimentados. Como resultado de todo, las tarifas han caído en picado y los intermediarios valoran más la rapidez que la calidad”, subraya Pavia.

Para Hernández, que además de traducir 'South Park' también lo ha hecho para 'Treme' o 'Sherlock', el estado actual del sector no se explica tanto por la llegada de Netflix, Amazon y compañía como por un hecho distinto. “Todo esto viene de antes, de los portales de descarga y los fansubs [fans que traducen desinteresadamente]. Jamás fueron competencia para los traductores profesionales, pero la gente se acostumbró a los fansubs y empezó a pensar que era algo que se podía hacer de la noche a la mañana, que la gente lo hacía sin cobrar. Esto caló y de ahí la infravaloración de la traducción y la idea de que es una tarea fácil”, explica Sara.

(El conflicto con los fansubs, aunque mejor sería decir con las plataformas que usaban traducciones de fans, y más concretamente Movistar+, llegó hasta tal punto que una de las dos asociaciones profesionales principales de traductores, Atrae, publicó un comunicado al respecto)

La diferencia entre comprender lo que pasa y el no me entero de lo que están diciendo

“Hacer subtítulos no es trocear el texto y ponerlo de cualquier manera”, explica Reyes Bermejo, traductora audiovisual y responsable de la sección de audiovisual de la revista ‘La linterna del Traductor’, publicada por la asociación profesional Asetrad. El número de palabras que vemos sobreimpresas en pantalla y el tiempo que están así han sido previamente calculados. Bermejo explica que hay numerosas pautas para hacer un buen subtítulo. Primero hay que estudiar la velocidad de lectura media de un espectador. Aunque lo normal son entre 100 y 150 palabras por minuto, cada plataforma tiene sus cifras y estas suelen ajustarse dependiendo del género de la serie o de si el guión está escrito por Aaron Sorkin (en cuyo caso hay que ser capaz de leer unas 350 palabras por minuto). Una vez conocida esa velocidad se calculan cuántos caracteres con espacios se pueden poner en pantalla. “La idea es que el subtítulo pase desapercibido y que no suponga un esfuerzo adicional para el espectador”, explica Bermejo.

Este esfuerzo del que habla Bermejo es una de las causas de que algunas películas y capítulos de series nos manden antes de tiempo a la cama. Los subtítulos tienen que estar un tiempo preciso para que el cerebro los registre y los vea, y tiene que haber fotogramas libres entre medias de los subtítulos para que el cerebro entienda que hay un discurso lógico y no un batiburrillo de palabras. Incluso cuando hay cambios de planos se intenta que los subtítulos también cambien a la vez, porque cada vez que cambia el plano nuestro cerebro siente la tentación de volver a leer el subtítulo. “Y hay que evitar que el espectador relea”, dice Bermejo.

El gran púbico rara vez conoce el trabajo que hay detrás de los subtítulos. “He conocido a bastante gente que se ha asombrado al contarle que para traducir una película de unos 120 minutos necesitamos alrededor de 6 o 7 días completos para hacer un trabajo decente. Eso sin contar que luego hay un trabajo de control de calidad para el que también se requiere cierto tiempo”, explica Carla Pavia, que ha traducido series y programas como 'Big Mouth', 'Monstruos de río' y algunas charlas Ted.

Juego De Tronos Traductores 'Juego de Tronos' también ha batido récords en materia de seguridad y medidas antispoilers. HBO

La traducción se pierde entre los intermediarios y la paranoia

El mayor miedo de todas las plataformas de streaming es que sus usuarios se den de baja. Conseguir que los usuarios paguen los dos o tres meses que dura una serie AAA cuyos capítulos se estrenan semanalmente es relativamente sencillo, lo complicado es que se queden una vez concluye la temporada. (Por eso estrenar temporadas completas es muy cómodo para los usuarios, porque te las puedes ver enteras en un mes, pero un motivo de inquietud para las plataformas)

Así que para evitar las bajas, las plataformas tienen que producir muchas series y hacerlo rápido. Pero ellas solas no pueden hacerse cargo de los innumerables departamentos necesarios para levantar una serie (vestuario, localización de exteriores, efectos especiales, posproducción, traducción, subtitulado, doblaje…), así que cuentan con la colaboración de un ejército de proveedores y de intermediarios.

“Una de las consecuencias de trabajar a través de intermediarios”, explica la traductora Carla Pavia, “es que muchas veces, por falta de tiempo, las series se reparten a traducir entre varios profesionales. Esto acaba poniendo en riesgo la coherencia y la calidad a medida que avanza la serie. Y, encima, para complicarlo más, muchos de estos intermediarios prohíben por contrato ponerse en contacto con los demás profesionales que están trabajando en la serie, algo que los compañeros no entendemos”.

“Puedes estar traduciendo 'King Kong' sin ver al mono o traducir ‘I will kill you’ sin saber si el personaje se lo dice a una persona o a cinco”

Impedir la circulación de información es una de los condicionantes más decisivos de la traducción audiovisual actual. En las grandes superproducciones, los estudios mandan las películas y los capítulos a los traductores con todo lujo de inconvenientes. Las imágenes pueden llegar en blanco y negro o con muy baja calidad o tener los fondos y el entorno del personaje difuminados para que no se vea dónde se encuentra o vienen con una marca de agua sobreimpresa en las caras de los actores o con el correo electrónico del traductor rebotando en los bordes de la pantalla. “Puedes estar traduciendo 'King Kong' sin ver al mono o traducir ‘I will kill you’ sin saber si el personaje se lo dice a una persona o a cinco”, explica Reyes Bermejo.

A veces se mandan las bobinas o los archivos digitales en orden aleatorio, de forma que el traductor no pueda ver la película o el episodio como será emitido. “Y cuando hay efectos especiales, te toca trabajar con el croma y un señor lleno de pelotitas o con un dibujo en blanco y negro o un storyboard guarro. Igual que Daenerys se imagina al dragón, pues tú también”, subraya Bermejo.

Y todo esto “a pesar de que firmamos contratos de confidencialidad”, apunta Pavia.

Los subtítulos están menos expuestos a los fallos que los doblajes

Bajo las condiciones anteriores, a veces suceden incongruencias como el conocido sicansios o el “Aguanta el portón” que dio al traste con el origen del nombre de un personaje, ambos de ‘Juego de Tronos’. La traducción audiovisual está expuesta a este tipo de errores (aunque el segundo no es tanto un error como una solución a un juego de palabras difícilmente traducible al español), pero los subtítulos tienen bastante más margen de maniobra para evitar problemas que los doblajes.

Para empezar, el doblaje está limitado por los movimientos de los labios de los actores, de forma que si un personaje pronuncia en el original menos palabras que las que salen en la traducción literal, habrá que acortar la traducción para que encaje en los movimientos labiales del actor. Y lo mismo sucede con cada una de las palabras: en el doblaje, es preferible usar una palabra distinta a la traducción literal si esta se ajusta más, por extensión y posición de la boca, a la que el actor pronuncia en la versión original, aunque el significado no sea exactamente el mismo. Por ejemplo, si vemos que un personaje dice “expensive”, es posible que en vez de usar caro el actor de doblaje diga “inalcanzable”, que no significa lo mismo pero que sí encajaría mejor con la duración de la palabra original y con los movimientos de los labios del personaje.

"Nos dirigimos a que no haya *spoilers*, pero con tanta prisa estamos perdiendo calidad, y eso no se puede achacar sólo al traductor"

Otra diferencia es que la subtitulación permite incluir explicaciones sobre lo que dicen los personajes, una ventaja impensable si hablamos de doblajes. Gracias a esto, el traductor encargado de subtitular puede introducir entre corchetes explicaciones sobre juegos de palabras intraducibles o pistas de contexto que ayuden a entender referencias muy locales. Pero esto no siempre pasa, pues a veces la persona que traduce prefiere arrimar la referencia a los hitos locales y convertir así al expresentador Jay Leno en Bertín Osborne ('Futurama') o hacer que BoJack Horseman conozca la parrilla televisiva española.

Pero en estos casos se trata de licencias deliberadas del traductor, no de fallos que pueden tener su origen en las condiciones de trabajo de un sector marcado por las urgencias, por la falta de comunicación entre departamentos y por las medidas de seguridad que imponen los productores a sus series y películas y que dificultan el trabajo de los profesionales. “Estamos cambiando mucho con las prisas”, explica la traductora audiovisual responsable de ‘South Park’, Sara Hernández. “¿Por qué los grandes estrenos tienen que ser simultáneos? Nos estamos convirtiendo en unos impacientes. Creo que si se diera más tiempo a los traductores, habría menos errores técnicos y de traducción. Nos dirigimos a que no haya spoilers, pero con tanta prisa estamos perdiendo calidad, y eso no se puede achacar sólo al traductor.”

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Hemos encontrado la mejor película moderna de Godzilla: 'Shin Godzilla'

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Hemos encontrado la mejor película moderna de Godzilla: 'Shin Godzilla'

Godzilla es una figura imprescindible de la cultura pop. Conocido incluso por quienes no han visto ninguna de sus películas, su mera existencia es un acontecimiento. Una anomalía. La demostración de que, incluso en un mundo dominado culturalmente por Estados Unidos, aún es posible crear cosas que consigan escapar a su influjo.

Por desgracia, sus películas son menos que su figura. Siendo ampliamente reconocidas las americanas, incluso si es para mal, mientras se desconocen las japonesas, que tienen su propia idiosincrasia, es muy triste ver cómo una de las figuras más importantes de nuestro imaginario es, esencialmente, ignorado fuera de su país. Pero sólo fuera. Porque en Japón nunca olvidan que Godzilla es una figura casi totémica de sus miedos y ansiedades. Algo que retrata a la perfección una película de Godzilla que da sopas con hondas a sus equivalentes americanos: 'Shin Godzilla'.

Diez años para reinventar un mito

Para empezar, un poco de contexto. Toho, la compañía poseedora de los derechos de Godzilla, se mostró agotada en 2004. Tras haber estrenado 'Godzilla: Final Wars' de Ryuhei Kitamura, la vigésimo novena entrega de la saga, la compañía decidió que el saurio gigante necesitaba un descanso. De ahí que hicieran un anuncio dramático: Godzilla no tendría ninguna nueva película en diez años. Y si bien en temas ejecutivos uno no debe creer lo que oye, sino lo que ve, los japoneses cumplieron su palabra.

Tanto cumplieron su palabra que fueron los americanos los que dieron el pistoletazo de salida. Una vez pasó el periodo de gracia, en 2014, se estrenó 'Godzilla', el reboot americano de Gareth Edwards, con una mezcla de entusiasmo y decepción. Y mientras el mundo se revolvía ante aquel Godzilla tan poblado de humanos, Japón decidió tomárselo con calma. Esperando hasta 2016 para publicar su propio reboot de la saga: 'Shin Godzilla'. Película para la cual decidieron contar con dos eminencias del actual audiovisual japonés, Hideaki Anno y Shinji Higuchi.

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Esto fue una apuesta fortísima por parte de Toho. Hideaki Anno, director del anime de culto 'Neon Genesis Evangelion', está considerado un auténtico genio en todo lo referente al audiovisual tanto dentro como fuera de Japón; y Shinji Higuchi, si bien menos conocido, es una de las mayores autoridades actuales de efectos especiales. Es decir, al juntarlos, combinaron a dos de las mayores fuerzas de la cinematografía japonesa actual.

Pero esa unión es natural. Hideaki Anno y Shinji Higuchi son amigos desde hace muchísimos años. Por eso 'Shin Godzilla', una película sobre lo que ocurre cuando Godzilla amanece en la bahía de Tokio y decide adentrarse en el interior de la ciudad, parece cortada a su medida. A fin de cuentas, los monstruos gigantes, la cacharrería militar, los efectos especiales y las reflexiones filosóficas mezcladas entre todo lo anterior es lo que hizo famosa a esta pareja de artistas. Incluso si, para la ocasión, decidieron dar una vuelta de tuerca radical a lo que debe ser una película de Godzilla: aquí, el principal protagonista es el gobierno japonés.

El gobierno como representación de la voluntad de todos

En 'Shin Godzilla' la individualidad es irrelevante. A diferencia de las películas americanas, donde siempre se pone el foco en un único personaje que triunfa personalmente sobre la adversidad, aquí la importancia recae en la colectividad que conforma el gobierno. Cómo la amenaza sólo puede ser superada gracias a los esfuerzos de toda una nación, representada por los actos del gobierno, intentando tomar la mejor decisión en un escenario ante el cual no existe precedente alguno.

Eso es lo que hace fascinante a la película. Cómo nos plantea un escenario completamente realista de una situación no tanto surrealista o imposible, como metafórica. Porque Godzilla, en 'Shin Godzilla', puede ser una metáfora de todo lo que nos apetezca. De la bomba atómica, de una invasión, de una catástrofe natural o, como han querido ver la mayoría de los críticos por su cercanía en el tiempo, de la catástrofe de Fukushima. Porque Godzilla es, en última instancia, algo que no podemos comprender. Como dice su título, un dios. Algo a lo que sólo podemos enfrentarnos unidos, como un único individuo, actuando todos al unísono contra una amenaza que supera ampliamente nuestras capacidades como personas individuales.

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De ahí que incluso los personajes protagonistas de la historia no sean protagonistas más allá de ejercer de representantes de la voluntad general. Y para comprobarlo, sólo tenemos que ver lo que ocurre en la película con la cabeza visible de Japón: el primer ministro.

El primer ministro, a lo largo de la película, tiene una única función: decidir si harán o no lo que le recomiendan. Y ha de hacerlo teniendo que tomar decisiones inmediatas recibiendo informaciones contradictorias. Pero esto no tiene nada de excepcional: es como funciona cualquier gobierno. Todo pasa por diferentes reuniones e individuos, que crean informes derivados de las mismas, para que, al final, el primer ministro de el visto bueno. Porque, en última instancia, la responsabilidad de lo que ocurra es suya. Él es el representante absoluto de la voluntad del pueblo.

¿Significa eso que el primer ministro de Japón sea el protagonista de 'Shin Godzilla'? Ni por accidente. El protagonista es Godzilla y la propia nación de Japón, representada por su gobierno. Es sólo que la línea de mando es larguísima, repleta de expertos, consejeros y técnicos, y extensa, dividiéndose en diferentes ramas según el impacto que tiene cada acción de Godzilla en lo militar, lo económico o lo social y todas sus posibles intersecciones, haciendo imprescindible que haya una persona que se haga responsable legalmente de las decisiones tomadas. El primer ministro es, por extensión, no quien ostenta el poder absoluto, sino quien ejerce de representante del espíritu del gobierno, que es quien ejerce de representante del espíritu del país. La entidad que está luchando contra esa amenaza llamada, provisionalmente, Godzilla.

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Por eso las discusiones con otros países son abstractas. EEUU desea intervenir, Rusia y China ponen palos en las ruedas de las acciones internacionales y sólo la presencia de Francia salva el día al final. Pero de todos ellos sólo conocemos eso, o el nombre del país, o a sus representantes, ya sean embajadores o presidentes, a los cuales nunca vemos el rostro. Porque no son entidades individuales. No son personas. Son los representantes del deseo, bien o mal entendido, de la población de su país.

Porque, además, la población de Japón se ve representada en la película de un modo muy particular. Y es que, si hay algo en 'Shin Godzilla' que llame la atención a simple vista, es su uso de imágenes no cinematográficas.

De la estética como narrativa

Entendemos por imágenes no cinematográficas todo aquel uso de la imagen que no sigue estrictamente los cánones estéticos del cine. La estética de la televisión, de los vídeos de Internet e incluso de los vídeos privados, sin entrar en todas las imágenes que no son necesariamente animadas, son completamente diferentes a las del cine. Tienen otros códigos visuales, otras intenciones. Y eso es algo que, de la mano de Anno, sirve para transmitirnos visualmente otra clase de información.

Su uso más reiterativo se da en cómo usan los noticiarios. Siempre que intentan transmitir el interés del pueblo, más allá de la visión burocrática de la catástrofe, acuden a la voz en off de telediario. Narradores de lo que, suponemos, diferentes canales, describiendo las escenas de lo que está ocurriendo en la calle en un perfecto cut off sincrónico. Algo que nos transmite una idea muy particular: que, su uso descriptivo aparte, lo único que importa al pueblo japonés ahora mismo es Godzilla, pues es de lo único que habla la prensa.

Al final, esto también se extiende a cómo utiliza otras herramientas consideradas más populares. Por ejemplo, cuando utiliza un feed de Twitter para mostrarnos cómo, mientras los políticos aún no saben los efectos de la presencia de Godzilla, los ciudadanos de a pie ya están hablando en masa de lo que será alrededor de lo que girará la película a partir de entonces: el hecho de que Godzilla genera radiación nuclear.

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Al final, todas las imágenes de la película nos transmiten la misma idea. Cómo existe una comunicación fluida, aunque asincrónica, entre el estado, la prensa y el pueblo. Que no son entidades separadas, sino un todo indisoluble, como diferentes órganos de un mismo cuerpo donde la comunicación no siempre funciona, incluso si sus intereses concuerdan.

En cualquier caso, ahí no acaba el uso heterodoxo de las imágenes. Y no sólo porque su montaje sea tan frenético que es imposible despegar los ojos de la pantalla. También es porque la presencia de carteles tipográficos, que paran la acción y texto superpuesto sobre la imagen, tienen aquí un papel importante, incluso si resultará un recurso más que familiar para todos aquellos que hayan visto 'Neon Genesis Evangelion'. Serie que tiene una enorme influencia en bastantes aspectos de 'Shin Godzilla'.

La película no narra sólo con sus imágenes cinematográficas. También lo hace con sus imágenes no cinematográficas, con su música y su sonido.

Esa influencia puede verse, también, en el muy particular uso que hace la película de la música y los efectos de sonido. Y es que su función narrativa no es sólo el clásico en el cine, remarcar un determinado tono ensalzando las emociones del espectador a través del sonido, sino que también tiene una función más heterodoxa, pero igualmente válida. Sirven como referencias extemporáneas.

Sonidos que funcionan como imágenes

Una parte significativa de las canciones usadas en 'Shin Godzilla' son arreglos perfectamente reconocibles de canciones anteriores. No sólo de la saga Godzilla, sino también de 'Neon Genesis Evangelion' e incluso de otras obras no creadas por los autores. De ese modo, cada canción sirve también de referencia a eventos de otras obras, no necesariamente relacionadas con esta, confiriéndole así una lectura más profunda al que las conozca. Véase por ejemplo como cuando el gobierno por fin crea una comisión especial de expertos para luchar contra Godzilla suena 'Decisive Battle', una versión diferente de la canción homónima de 'Neon Genesis Evangelion' que se usa como tema principal cada vez que los científicos de NERv se preparan para pelear contra un ángel, los monstruos gigantes que amenazan a la humanidad en la serie. Algo que crea una asociación que ayuda a dar contexto a la situación, sin por ello hacerla menos inteligible para quien no la conoce.

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Esto, a su vez, se aplica igualmente a los efectos de sonido. A partir de que se decide que el ejército intervenga contra Godzilla, todos los efectos de sonido imitan, si es que no copian, los efectos de sonido de la película original del ‘54. ¿Para qué? Para reforzar aquello que estamos pensando: esto nos resulta familiar, sabemos cómo va a acabar y hay algo incluso irónico en que creamos que va a acabar de forma diferente a como lo hacía hace ya más de medio siglo. Porque la humanidad evoluciona, pero Godzilla también lo hace.

Si además tenemos en cuenta cómo hace uso de otro elemento poco común en el cine, las canciones con letra inteligible, entenderemos por qué estas decisiones no tienen nada de casual. A fin de cuentas, 'Persecution of the Masses', canción que reconoce a Godzilla como un dios iracundo al cual se reza para que no nos destruya, empieza a sonar cuando Godzilla pone pie en tierra por primera vez en Tokio después de que se creyera imposible, y 'Who Will Know', canción sobre el sufrimiento de una persona ante la idea de morir y que nadie le recuerde y cómo para sobrevivir no necesita más que un rayo de luz, suena en el momento en que por fin un ataque consigue hacer mella sobre Godzilla y este decide responder con su icónico, y muy luminoso, aliento nuclear.

Es decir, la película no narra sólo con sus imágenes cinematográficas. También lo hace con sus imágenes no cinematográficas, con su música y su sonido. Narra teniendo en cuenta que, cuando se trata del cine, no hay límites a lo que se puede hacer, salvo convenciones a superar.

Sobre la humanidad, Godzilla y otros dioses

Al final, 'Shin Godzilla' hace con el lenguaje cinematográfico lo que hace con su tema: hablar sobre la necesidad de no aferrarse a convenciones. Sobre cómo la única manera de sobrevivir en un mundo hostil es la cooperación y el entendimiento entre personas dispares. Porque, cuando nos entendemos como una única entidad, como parte de la humanidad, como un agregado de consciencias todas igualmente valiosas, las cosas salen bien.

Pero a su vez, es una película profundamente triste. Una que habla del dolor. De la confusión. De lo extraño y hostil que es un mundo del cual no conocemos ni la más mínima de sus convenciones. Porque en última instancia, reconoce que todo lo ocurrido es nuestro fracaso a la hora de comunicarnos con una entidad que no es malvada, sino que está confusa al despertar en un lugar desconocido y encontrarse allí con una entidad extraña y hostil llamada humanidad.

Shin Godzilla 10

A fin de cuentas, igual que para nosotros Godzilla es un dios, cabría preguntarse si para Godzilla nosotros no lo seremos también. Con nuestras armas, nuestras ciudades, nuestros cuerpos separados, a pesar de ser una misma cosa. Es imposible que entienda qué somos, qué queremos, por qué reaccionamos con hostilidad a sus intentos, simplemente, de sobrevivir. Es por eso que la película es una genialidad. Por su capacidad para retratar cómo el fracaso a la hora de entendernos y respetarnos los unos con los otros conlleva, necesariamente, dolor. Porque dolor sienten incluso los saurios gigantes de aliento atómico.

Por eso es una pena que no sepamos más de Godzilla. Que no sea más reconocida una película como 'Shin Godzilla'. Porque, de vez en cuando, Toho da carta blanca a sus equipos para hacer obras revolucionarias con uno de los iconos pop más queridos del mundo.

Aquí está el primer tráiler de 'The Boys', la serie de superhéroes de Amazon basada en el famoso cómic lleno de sexo y violencia

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Aquí está el primer tráiler de 'The Boys', la serie de superhéroes de Amazon basada en el famoso cómic lleno de sexo y violencia

Amazon quería una nueva serie de superhéroes y aquí está, aunque se aparte de todo lo que conocemos y estamos acostumbrados. Y es que 'The Boys' se nos presenta como una serie irreverente y llena de sexo y violencia donde los superhéroes son tratados como dioses, lo que hace que se comporten más como 'celebridades' que como defensores de la humanidad.

'The Boys' se basa en el exitoso cómic de Grath Ennis y Darick Robertson, el cual se prepara para hacer su debut en Amazon Prime Video el próximo 26 de julio. Desde hace algunos meses hemos estados viendo avances en forma de 'teasers' sin censura y hoy finalmente tenemos el primer tráiler oficial.

Cuando los superhéroes se convierten en 'celebridades'

'The Seven' es un grupo de superhéroes que usan sus habilidades para aprovecharse de la gente, abusar de su posición y humillar a cualquiera. Estos son administrados por 'Vought', que es un conglomerado multimillonario centrado en manejar todos los asuntos de estos superhéroes, incluyendo sus más obscuros secretos.

Es así como Billy Butcher recluta a 'The Boys', un grupo de personajes que de alguna manera han sido perjudicados por 'The Seven', cuyo objetivo es acabar con ellos y dar a conocer su oscuras prácticas usando una cantidad absurda de violencia, chantaje e intimidación.

The Boys son interpretados por Karl Urban como Billy Butcher, Jack Quaid como Hughie, Laz Alonso como Mother's Milk, Tomer Capon como Frenchie, y Karen Fukuhara como The Female, además de Simon Pegg como el papá de Hughie.

The Boys 'The Boys'

Por otro lado, Los superheroes de 'The Seven' son Antony Starr como Homelander, Erin Moriarty como Starlight, Dominique McElligott como Queen Maeve, Jessie T. Usher como A-Train, Chace Crawford como The Deep y Nathan Mitchell como Black Noir.

'The Boys' corre a cargo de Eric Kripke ('Supernatural') quien es el showrunner, guionista, mientras que los productores son Seth Rogen, Evan Goldberg y James Weaver, todos responsables de 'Preacher'.

'The Boys' se estrenará este 26 de julio en exclusiva por Amazon Prime Video y constará de ocho episodios para esta primera temporada.

Los estrenos de Netflix en julio 2019: más de 90 series, películas y documentales

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Los estrenos de Netflix en julio 2019: más de 90 series, películas y documentales

Estamos a las puertas del verano y quién lo diría viendo todas las novedades televisivas que vienen en las próximas semanas. Casi un centenar de novedades son las que nos trae Netflix para el próximo mes de julio.

Entre ellas tenemos una de las series más esperadas del año: la tercera temporada de 'Stranger Things' con la que los hermanos Duffer prometen volvernos a sumergir en una dosis de nostálgica aventura. Además, llega 'Cardcaptor Sakura', uno de los animes que marcaron toda una generación, y el reboot de 'Los caballeros del Zodiaco'.

Catálogo de nuevas series en España

'Stranger Things 3'

Llega el verano de "nuestras vidas" en la nueva y misteriosa temporada de 'Stranger Things'. Los chicos están notando los cambios hormonales y los escarceos amorosos ponen en peligro "al grupo". Sin embargo una nueva amenaza se cierne sobre Hawkins. O una antigua, pero evolucionada.

Estreno: 4 de julio

'SAINT SEIYA: Los caballeros del zodiaco'

Sin duda esta es la apuesta más gorda (o de las más) de todas las que tenía Netflix en su afán de meterse con la producción de anime. Un relanzamiento de doce episodios en el que Seiya se unirá a los caballeros del zodiaco para proteger a Atenea.

Estreno 19 julio

'Otra vida'

Otra vida

Aunque no lo parezca por las pocas imágenes que hay de la serie, la nueva serie de Katee Sackhoff, Justin Chatwin, Selma Blair y Tyler Hoechlin es un thriller de ciencia ficción en el que un grupo de astronautas se embarcan en una misión para explorar un raro artefacto extraterrestre.

Estreno 25 de julio

Todas las series que llegan a Netflix

  • 'Re:ZERO -Starting Life in Another World-' T1: 1 julio
  • 'Descendant of the Sun' T1: 1 julio
  • 'Stone Age' T1: 1 julio
  • 'Zombie Dumb' T1-2: 1 julio
  • 'Titipo Titipo' T1: 1 julio
  • 'Fight, for my Way' T1: 1 julio
  • 'Hit the Top' T1: 1 julio
  • 'School 2007' T1: 1 julio
  • 'Good Manager' T1: 1 julio
  • 'Queen for seven days' T1: 1 julio
  • 'My golden life' T1: 1 julio
  • 'Radio romance' T1: 1 julio
  • 'Are You Human' T1: 1 julio
  • 'The Chef's Line': 1 julio
  • 'Black Knight: The Man Who Guards Me' T1: 1 julio
  • 'Archer' T9: 1 julio
  • 'iZombie' T4: 1 julio
  • 'Samurai 7' T1: 1 julio
  • 'Cardcaptor Sakura: Clow Card': 1 julio
  • 'Cardcaptor Sakura: Sakura Card': 1 julio
  • 'Designated Survivor: 60 Days': 1 de julio
  • 'Kakegurui' T2: 4 julio
  • 'Stranger Things 3': 4 julio
  • 'Da Ali G Show' T1-4: 15 julio
  • 'Black Money Love' T1: 15 julio
  • 'La casa de papel, parte 3': 19 julio
  • 'Men on a mission 2019': 23 julio
  • 'Girls with Balls': 26 julio

Películas de estreno en Netflix

'Blade Runner 2049'

Denis Villeneuve nos regala una sólida "secuela" de una de las películas de ciencia ficción más aclamadas de la historia. En esta ocasión nos encontramos con la historia de K (Ryan Gosling) que en una de sus salidas como blade runner se encuentra con unos huesos misteriosos.

Estreno 1 de julio

'Star Wars. Episodio VIII: Los últimos Jedi'

Y llega a Netflix también la segunda entrega de la "trilogía" final de los Skywalker. En 'Los últimos Jedi' Rian Johnson lleva a la resistencia liderada por Leia Organa a enfrentarse (y ser asediada) a las tropas de la Primera Orden mientras Rey intentará saber más sobre sus poderes.

Estreno 17 de julio

Otras películas que llegan a Netflix

  • 'Selfie': 1 julio
  • 'Mamá': 1 de julio
  • 'Crazy, Stupid, Love': 1 de julio
  • 'Matrix Reloaded': 1 de julio
  • 'Blade Runner 2049': 1 de julio
  • 'El club de los cinco': 1 de julio
  • 'The Unborn': 1 julio
  • 'No es fácil': 1 julio
  • 'Serenity': 1 julio
  • 'El invitado': 1 julio
  • 'Un niño grande': 1 julio
  • 'Zero Dark Thirty': 1 julio
  • 'Escondidos en brujas': 1 julio
  • 'Elizabeth: La edad de oro': 1 julio
  • 'American Graffiti': 1 julio
  • 'La sombra del poder': 1 julio
  • 'Asesinas silenciosas': 1 julio
  • 'Doomsday': 1 julio
  • 'La magia de Lassie': 1 julio
  • 'Step Up': 1 julio
  • 'Dominios oscuros': 1 julio
  • 'El increíble Hulk': 1 julio
  • 'D.E.B.S.': 1 julio
  • 'You Got Served': 1 julio
  • 'Barco fantasma': 1 julio
  • 'Ligar en la era digital': 1 julio
  • 'Gold': 1 julio
  • 'Boi': 1 julio
  • 'Soy espía': 1 julio
  • 'Road Trip': 1 julio
  • 'Todo incluido': 1 julio
  • 'Straight Outta Compton': 4 julio
  • 'Dos padres por desigual': 4 julio
  • 'Good and Propserous': 10 julio
  • 'Dolor y Gloria': 12 de julio
  • '4 latas': 12 de julio
  • 'Una vida a lo grande': 13 julio
  • 'Como perros y gatos 2: La venganza de Kitty Galore': 15 julio
  • 'Star Wars: Los últimos jedi': 17 de julio
  • 'Secret obsession': 18 de julio
  • 'Sword Art Online the Movie: Ordinal Scale': 19 julio
  • 'Ay, mi madre': 19 julio
  • 'Dunkerque': 20 julio
  • 'Home': 22 julio
  • 'Boi': 26 julio
  • 'De-mentes criminales': 29 julio

Nuevos documentales en Netflix

'Social Animals'

Documental que sigue a tres jóvenes que intentan hacerse un hueco en el difícil y un tanto dictatorial mundo de Instagram. Buscando ser aceptadas y queridas, se explorará qué pasa cuando tu éxito personal depende del número de likes.

Estreno 1 de julio

'Parchís: El documental'

Gran ataque de nostalgia en forma de este documental que repasará uno de los grupos infantiles más importantes que ha tenido España en su historia reciente.

Estreno 10 de julio

Otros documentales que llegan a Netflix

  • 'Social Animals': 1 julio
  • 'Hush': 1 julio
  • 'The Accountant of Auschwitz': 1 julio
  • 'La guerra contra las mujeres': 1 julio
  • 'The Milk System': 1 julio
  • 'Parchís: el documental': 10 de julio

Estrenos infantiles: novedades en películas y series

'Doce para siempre'

Pensada originalmente para Cartoon Network (de hecho está disponible en su "programa de pilotos"), Julia Vickerman cuenta la historia de Reggie, una niña de doce años de edad decidida a hacer todo lo posible para no ser nunca adulta. Para ello creará su propio mundo de fantasía.

Estreno 29 julio

Todas las series y películas para ver en familia

  • 'Pororo, el pequeño pingüino' T5: 1 julio
  • 'Tayo, the little bus' T3: 1 julio
  • 'Tayo, the little bus movie: Mission Ace': 1 julio
  • 'Flowering Heart' T1: 1 julio
  • 'Rabbids: La invasión': 1 julio
  • 'Molang' T1: 1 julio
  • 'Los Croods': 1 julio
  • 'Coco': 3 julio
  • 'Reunión familia': 10 julio
  • 'Vera: Canciones con chispa': 12 julio
  • 'Barbie Dreamhouse Adventures' T2-3: 19 julio
  • 'Heidi: Bienvenida a casa' T1: 25 julio
  • 'Las aventuras del gato con botas' T5-6: 26 julio
  • 'Doce para siempre': 29 julio
  • 'Annie': 30 julio

'Vengadores: Endgame' volverá a estrenarse con nuevas escenas y un único objetivo: superar de una vez a 'Avatar' en taquilla

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'Vengadores: Endgame' volverá a estrenarse con nuevas escenas y un único objetivo: superar de una vez a 'Avatar' en taquilla

Los fans de la saga de 'Vengadores' están de enhorabuena, porque Marvel Studios ha confirmado que 'Vengadores: Endgame' volverá a estrenarse en cines con una versión ligeramente diferente.

Aunque la trama y el final se mantienen, en este reestreno la película contendrá material adicional que no se incluyó en la versión que se estrenó en abril.

'Avatar' en el punto de mira

Eso podría hacer que la película vuelva a coger impulso en la taquilla, y puede que esta haya sido de hecho la única razón para una decisión que podría provocar que la película superara por fin a 'Avatar', que es aún la película más taquillera de la historia. Ya superó a 'Titanic', pero quiere más, por supuesto.

De hecho el título de James Cameron recaudó 2.788 millones de dólares a nivel global, y 'Vengadores: Endgame' está realmente cerca, con 2.743 millones de dólares.

Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, confirmó ese reestreno aunque ni siquiera sabía si los estudios lo habían anunciado de forma oficial.

El estreno precederá al de 'Spider-Man: lejos de casa', y según Feige se producirá "el próximo fin de semana", aunque no queda claro si hablaba del del sábado 21 o el del sábado 28 de julio. Tampoco se sabe si ese reestreno se producirá solo dentro de Estados Unidos o será un lanzamiento a escala mundial.

y será interesante ver qué aportan esas nuevas escenas que, eso sí, parecen muy dirigidas a fans de la saga y que podrían convencer definitivamente a quienes no han visto aún esta entrega final.

Vía | ComicBook

Mimo, credibilidad y la dificultad de imitar una lengua natural: así se crean lenguajes de ficción como los de 'El señor de los Anillos' o 'Juego de Tronos'

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Mimo, credibilidad y la dificultad de imitar una lengua natural: así se crean lenguajes de ficción como los de 'El señor de los Anillos' o 'Juego de Tronos'

“En el caso de 'Juego de tronos', tuve un mes para crear el lenguaje dothraki”, explica David J. Peterson, el lingüista a quien la HBO fichó en 2011 para que expandiera esta lengua a partir de la treintena de palabras que George R. R. Martin inventó para 'Canción de hielo y fuego'. “El resultado final es algo que espero que se vea exactamente igual a lo que George R. R. Martin tenía en sus libros”.

Cuando una obra de entretenimiento alcanza la categoría de agujero negro de la atención para todo el planeta con acceso a Internet, de vez en cuando sucede un fenómeno curioso: hay especialidades muy concretas que forman parte de la obra que también despiertan un interés repentino. Pasa con los títulos de crédito (‘El club de la lucha’). Con el vestuario (‘Shakespeare in Love’). Con los efectos especiales (‘Terminator 2’). O con las lenguas inventadas, el tema que nos ocupa.

El alto valyrio y el dothraki son los ejemplos más recientes, pero tenemos unas cuantas lenguas inventadas muy reconocibles: el quenya y el sindarin de ‘El señor de los anillos’, el klingon y el vulcano de ‘Star Trek’ o el na’vi de ‘Avatar’, por citar las más conocidas.

Muchas obras de ficción, especialmente de ciencia ficción, cuentan con algún tipo de lengua artificial, también llamada conlang, pero no todas cumplen los requisitos para obtener el sello de lengua inventada seria.

“Una lengua construida no tiene por qué ser completa, sino parecer completa. Y ese es el arte que hay detrás de la construcción de lenguas”, explica Miguel Jaén, autor de ‘Cómo crear una lengua’ (Editorial Almuzara, 2017). “Las lenguas naturales tienen tal grado de complejidad que jamás un único constructor de lenguas podrá aproximarse, así que lo que tiene que hacer es aparentar.”

Para Jaén, una lengua inventada debe tener como mínimo una fonología, un vocabulario y unas normas gramaticales completas. Si hablamos de palabras, con 500 bastaría para una comunicación con alguien a quien quieres poco y lejos, pero si queremos tener una conversación entretenida, entonces debemos contar con alrededor de 3.500 palabras.

Elrond Senor De Los Anillos Conlangs Elrond eleva el tono, en sindarin, ante un combate inminente. IMDB

Duelo de conlangs masivos: quenya contra klingon

Es cierto que hay unos cuantos conlangs conocidos con miles de entusiastas en todo el mundo —especialmente ahora que el dothraki y el alto valyrio todavía están calientes—, pero si hablamos de referencias canónicas, los lingüistas suelen decantarse por dos autores: Marc Okrand, creador del klingon, de 'Star Trek', y J. R. R. Tolkien.

“Aunque no creo que uno esté mejor construido que el otro, sí que creo que Tolkien ahonda más en sus lenguas”, explica Antonio Vileya, filólogo hispánico. Y explica el cuidado de Tolkien con un ejemplo. En español tenemos una norma llamada elisión que nos permite contraer palabras para, entre otras cosas, hablar fluidamente. No decimos Legolas, no te olvides de dar lustre a el carcaj, sino Legolas, no te olvides de dar lustre al carcaj. El mimo con que Tolkien creó sus lenguas puede comprobarse en que incluyó la elisión en el quenya, además de un catálogo de excepciones propias.

“Cuando conocí el quenya creí que era la culminación, pero luego me pareció que Tolkien fue poco original en comparación con las lenguas en las que se inspiró”

Miguel Jaén es un incondicional de Tolkien, pero reconoce que Okrand le ganó la partida al padre de Frodo y compañía. “Cuando conocí el quenya creí que era la culminación, pero luego me pareció que Tolkien fue poco original en comparación con las lenguas en las que se inspiró. El quenya es latín con influencia finesa, galesa y poco más. Mientras que el klingon tiene una personalidad mucho más marcada y atrevida. Su fonología no es muy original, pero sí lo son su gramática y su vocabulario.”

Para Jaén, el klingon le da una importancia especial a la semántica. “En el quenya el valor semántico de una palabra se corresponde con lo que entendemos por esa palabra en español o en inglés —huo, es perro en quenya; namarië es adiós—. El klingon tiene palabras con un significado muy difícil de traducir y a veces necesitas una oración entera”. Por ejemplo, al despedirse, los klingon dicen qapla', que puede significar Te deseo una muerte con honor. “Solo esa palabra ya te está transmitiendo que es una cultura muy beligerante y agresiva.”

Pero no sólo del klingon y del quenya vive el imaginario de las lenguas inventadas. Hay muchas: la neolengua de '1984', el babel-17 de 'Babel-17', el nadsat de 'La naranja mecánica', el siaru de ‘Crónica del asesino de reyes’... Incluso podemos encontrar conlangs en videojuegos, como la lengua que usan los dragones de ‘The Elder Scrolls V: Skyrim’. “Además de su riqueza léxica, que permite expresar ideas complejas sin poseer una gramática, habría que destacar su alfabeto, que es similar a la escritura cuneiforme sumeria”, explica Vileya.

Si estás pensando que ‘Los sims’ también tiene su propia lengua (simlish), deja de hacerlo. “Es un galimatías sin sentido”, dice Jaén.

Sims Gracias al simlish, la cita acabará pronto. @LosSimsES

¿Por qué crear una lengua propia para una obra de ficción?

“Añade realismo”, explica David J. Peterson, creador de los conlangs de 'Juego de tronos'. “Vivimos en un mundo con miles de lenguas, y si lees nuestra ficción fantástica pensarás que todo el mundo habla inglés. Es una pena que en nuestras fantasías imaginemos una sociedad monolingüista”.

Para Jaén, el klingon, de 'Star Trek', es el mejor ejemplo de lengua inventada que funciona perfectamente. Primero, porque sus sonidos te convencen de que es una lengua extraterrestre. Y segundo, porque si buceas en ese vocabulario, las palabras te transmiten su cultura. “Una lengua construida debe tener como función el convencerte de que estas ante una cultura novedosa. Cuando lees las obras de George R. R. Martin y ves nombres como Jon Snow o los Lannister, eso no te traslada a un mundo de fantasía, te lleva a Inglaterra. Pero cuando lees a Tolkien y lees Mordor o Gondor, tu imaginación vuela a la Tierra Media”.

Esto nos lleva a preguntarnos si los escritores son buenos creadores de lenguas:

  • David J. Peterson. “En su mayor parte, los autores no hacen una buena creación de lenguaje falso."
  • Antonio Vileya. “Por lo general, no hacen un buen trabajo. Proponen paradigmas lingüísticos muy interesantes, con premisas que podrían dar mucho juego, pero al desarrollarlos se percibe muy bien cuándo tienen formación lingüística y cuándo no.”
  • Miguel Jaén. “La mayoría de los escritores no son buenos conlangers, pero tampoco los conlangers son buenos escritores.”

¿Por dónde se empieza a crear una lengua inventada?

“Hay gente que cree que es necesario conocer muchas lenguas”, explica Jaén. “Pero lo que hay que tener en cuenta es que todas las lenguas del mundo se rigen por una serie de normas, y si las conoces y las articulas puedes crear lenguas construidas completamente originales”. Y pone como ejemplo el nivel básico de la sintaxis del español, que tienen también el inglés, el francés o el italiano: sujeto+verbo+complemento. “Lo que tú tienes que saber es que esas tres partes de la oración las puedes ordenar como te venga en gana. Si conoces las normas, crear lenguas puede ser una labor sencilla y divertida.”

(Llegados a este punto hay que destacar que otra opción es tomar esas estructuras y olvidarse de ellas. Preguntado por cuál era su conlang favorito, David J. Peterson respondió que el kenda soro, de Sylvia Sotomayor —“la mejor creadora viva de lenguas”—. “Es totalmente único, nada que haya existido jamás en el mundo real, y aún así completamente naturalista”. Muy básicamente, kenda soro es una lengua cuya sintaxis se basa en el movimiento)

Para el filólogo Antonio Vileya, los primeros pasos para crear una lengua podrían resumirse así:

Si no te gusta pensar tanto, yo empezaría por establecer un alfabeto que represente unos sonidos y una sintaxis que tenga el orden que mejor se ajuste a lo que quieras crear: sujeto-verbo-objeto, verbo-sujeto-objeto… Con esos dos elementos, es fácil empezar a formar oraciones rudimentarias del tipo “yo tener hambre”. Pero eso solo sería el inicio del camino, porque de esa frase, muy simple a priori, se pueden extraer muchas preguntas sobre lo que esperamos de nuestra lengua: ¿entenderán el concepto del yo y la individualidad? ¿tendremos una sociedad del tipo mente colmena donde todo sea colectivo? ¿tendrán tiempos verbales? ¿entenderán qué es el pasado, el presente y el futuro? ¿qué significado tendrá “hambre”? ¿será el hambre en un sentido metafórico o literal? Responder todas esas preguntas depende en gran medida de cuál sea el objetivo. Si tu misión es aderezar la obra con elementos originales, puede bastarte con crear una jerga como la de Anthony Burgess en La naranja mecánica. Pero si pretendes hacer un trabajo que se aproxime a lo que hizo Tolkien, deberías ser capaz de hacer un gran ejercicio de abstracción.

Para Miguel Jaén, autor de ‘Cómo crear una lengua’, el primer paso también depende de lo que te quieras complicar. "Si quieres que sea poco, empezaría por la fonología. A partir de ahí coges la sílaba, la estructura silábica que admite tu lengua, y te pones a crear palabras. Y después, te pones con la gramática. Pero si quieres complicarte más todavía, podrías empezar con una lengua antecesora. Por ejemplo, si quieres crear el español, por ejemplo, pues antes creas el latín. De esta forma puedes determinar cómo va a evolucionar esa lengua a lo largo del tiempo y crear una etimología de las palabras para darle una historia con mucho más peso.”

Fenómeno reciente

A nadie se le escapa que el éxito de 'Juego de tronos' y sus conlangs ha supuesto un espaldarazo para los creadores de lenguas artificiales. “Y ojalá el fenómeno no pare de crecer”, explica Vileya. Para el filólogo, “el lenguaje cinematográfico ha propiciado un desarrollo de los conlangs que en el lenguaje literario hubiese resultado forzado o incómodo. Muchas veces se acusa al cine, las series y los videojuegos de estar robando consumidores a la literatura, pero fenómenos como este son la prueba de que varias disciplinas pueden enriquecerse mutuamente. Por no hablar de la creatividad que demuestra Peterson desarrollando tan magistralmente estas lenguas. Cuesta encontrar algo similar desde las lenguas élficas”.

“El lenguaje cinematográfico ha propiciado un desarrollo de los conlangs que en el lenguaje literario hubiese resultado forzado o incómodo”

Sabemos que los creadores de conlangs tienen trabajo para los próximos años. Peterson ya está trabajando en el chakobsa para la nueva versión cinematográfica de ‘Dune’, que dirige Denis Villeneuve (por cierto, director de una película con su propio conlang, ‘La llegada’) pero Peterson no suelta prenda: “Juré mantener en secreto mi trabajo”.

La cuestión puede ser: ¿se seguirán aprendiendo conlangs dentro de 20 años? “Probablemente sí”, responde Jaén. “Las personas estamos cada vez más habituadas al ocio creativo, y las lenguas construidas son un ocio creativo”.

Antonio Vileya tampoco tiene dudas. “Creo que más allá de lo complejo o rico que pueda ser el conlang de un mundo de ficción, en todo esto hay un interés que es más social que lingüístico. Quieres aprender esa lengua porque existe toda una comunidad que te respalda y valora positivamente el esfuerzo que haces aprendiéndola. Se fomenta el sentimiento de comunidad, de pertenencia a un mismo grupo. La ficción une a las personas”.

Y concluye Vileya: “Tiene algo de mágico entrar en una sala a ver alguna de las películas del universo ‘Star Wars’ y comprobar que allí dentro, en espacio y tiempo, están coincidiendo hasta tres generaciones distintas. Y eso hay que ponerlo en valor, me refiero al arte que consigue sobrevivir al tiempo. Al fin y al cabo, es uno de los sentidos más genuinos de la literatura, de la narración oral y del arte de contar historias: enseñarnos que no estamos solos”.

Imágenes | Cabecera

El presidente de Marvel Studios confirmó que están en charlas con Keanu Reeves para que se integre al MCU

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El presidente de Marvel Studios confirmó que están en charlas con Keanu Reeves para que se integre al MCU

¡Está pasando! Tras años de rumores de posibles acercamientos, hoy el mismísimo presidente de Marvel Studios confirmó que quieren que Keanu Reeves forme parte del MCU, y que han estado en charlas con él desde hace varios meses tratando de encontrar el proyecto perfecto.

Durante la más reciente gira de cara al estreno de 'Spider-Man: Far From Home', Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, concedió una entrevista a ComicBook donde no sólo habló de la próxima película del MCU. También adelantó algunas noticias, como el re lanzamiento de 'Avengers: Endgame' en cines con nuevas escenas, así como de la posible participación de algunos actores en la cuarta fase del MCU, donde surgió el nombre de Keanu Reeves.

Keanu Reeves, la estrella del momento

Por si no se habían enterado, Keanu Reeves está teniendo un año para enmarcar, que va desde la magnífica 'John Wick: Capítulo 3 - Parabellum', su participación en 'Toy Story 4', hasta su sorpresiva aparición en 'Cyberpunk 2077' que hizo que el Microsoft Theater se cayera en aplausos y vítores durante el pasado E3 2019.

Y si esto no fuera suficiente, ahora el máximo responsable de Marvel Studios confirma que están negociando con Keanu Reeves para que participe en un proyecto de la siguiente fase del MCU. No se sabe si sería una película independiente o formaría parte de un grupo de superhéroes como 'The Eternals', el cual ya cuenta con Angelina Jolie.

Kevin Feige mencionó que llevan varios meses hablando con Keanu Reeves, pero aún no han conseguido cerrar su participación en el MCU, ya que antes quieren tener todo bien atado y encontrar la manera adecuada de hacerlo sin prisas.

Feige comparó esta negociación de Reeves con el caso de Jake Gyllenhaal, quien interpretará a Mysterio en 'Spider-Man: Far From Home', con quien estuvieron charlando "varias veces" hasta que encontraron el papel perfecto. Por ello, afirma, que está convencido que encontrarán en el personaje ideal para Reeves dentro del gran universo Marvel.

Durante la entrevista, también se le preguntó a Feige acerca de la participación de actores como Donnie Yen ('Rogue One: A Star Wars Story') y Millie Bobby Brown ('Stranger Things', 'Godzilla: King of the Monsters'), a lo que mencionó que por el momento no hay nada especifico para ellos, aunque admitió que sería divertido tenerlos en el MCU ya que son "buenos actores".

'Toy Story 4', crítica: una excelente secuela que atesora algunos de los mejores momentos y personajes de la serie

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'Toy Story 4', crítica: una excelente secuela que atesora algunos de los mejores momentos y personajes de la serie

A estas alturas, la duda con cada nueva película de Pixar no es si alcanzará el nivel de excelencia técnica, originalidad e ingenio que se le presupone a la casa, sino cómo se las ingeniará para lograrlo una vez más. Es cierto que en la última década las películas del estudio han suavizado sus aristas, han rebajado el nivel de sorpresa, han confiado en exceso en las secuelas y a veces se han visto traicionadas por su obsesión con ser ingeniosas a toda costa, y por la autoimposición de moverse en esa zona tan complicada de las películas que cautivan a los niños pero gustan a los adultos.

Pero lo cierto es que por mucho que esos códigos y esas intenciones a veces renqueen (la estética y el humor de la futura 'Onward', por lo que se ve en el trailer, son propios de una Dreamworks desganada), la calidad general de las propuestas de Pixar es relativamente infalible. De acuerdo, el humor de 'Ralph Rompe Internet' hacía que uno imaginara a los guionistas de Pixar como el meme del Mr. Burns Colegui, pero abundaban las buenas ideas de puesta en escena, guión y esa maldita emoción a flor de piel que tan bien se le da a Pixar.

'Toy Story 4' partía también con unos cuantos handicaps de salida: secuela (promete el estudio que la última en mucho tiempo) de una saga que ya se había dado por finiquitada, estética y personajes archisabidos y franca posibilidad de ideas recicladas. Y sí, todo eso está aquí, parcialmente al menos, pero Pixar vuelve a obrar su magia con esos guiones de acero forjado, esos personajes carismáticos a prueba de desgaste y esos secundarios capaces de robar la función sin aparente esfuerzo, aunque en realidad hay detrás un exquisito trabajo de caracterización, diseño y diálogos pulidísimos.

Quizás el mayor desafío que tenía ante sí 'Toy Story 4' era el de continuar una historia que ya se sentía cerrada debido al tono crepuscular de la tercera entrega, donde se trataban temas con un punto oscuro, como el fin del ciclo vital de los muñecos y la misma cercanía de la muerte, con aquella conclusión aterradora en el incinerador de basura. Llegados a ese punto: ¿cómo prolongar las aventuras de Woody, Buzz y compañía sin repetir temas de las primeras entregas (la rivalidad de los protagonistas por el cariño de sus dueños, los juguetes perdidos, los distintos tipos de niños/dueños...)?

En esta ocasión, Woody acompaña a su nueva dueña, Bonnie, a su primera visita a la guardería. Allí, ella misma se fabrica un nuevo juguete, Forky, con objetos que encuentra en la basura. En un viaje familiar éste se extravía, y Woody decide recuperarlo porque sabe que es el juguete más importante para su dueña. Así se reencontrará con viejos amigos que creía perdidos y con nuevos juguetes que ansían tener algo que Woody siempre ha dado por sentado: un niño al que proteger y de quien depender.

'Toy Story 4': Viejos temas, nuevos enfoques

Son temas que ya se han tratado en la serie: 'Toy Story 3' hablaba del cambio que experimentan los juguetes cuando su dueño habitual desaparece (allí Andy, el niño que había tenido a Woody y Buzz desde siempre, crece y se va a la universidad), y era una película sobre el cambio y la necesidad de sobreponerse a la pérdida. 'Toy Story 4' consigue redundar en ese tema sin resultar repetitivo planteando una comunidad de juguetes asilvestrados, que no pertenecen a nadie (ni siquiera en el comunal pero muy reglamentado mundo de la guardería de la tercera entrega), y que aquí son liderados por una sorprendente Bo Peep, la pastorcilla que ha sido difuso interés romántico de Woody desde la primera entrega y que experimenta una de las evoluciones más radicales de la serie, junto con la de Woody y Buzz en la primera entrega.

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Bo se convierte aquí en un muñeco liberado, que da unas cuantas lecciones de independencia y sentido común al héroe, y que está claramente inspirada (del coche-mofeta a la actitud general, pasando por el delicioso guiño a la pérdida del brazo) en la Imperator Furiosa de 'Mad Max: Furia en la carretera'. Es ella la que hace entender a Woody que no es necesaria una figura superior sobre nosotros para tener cierta seguridad en uno mismo o un código moral. Un cambio en el personaje que suscita lecturas sociales e incluso espirituales en la película, y que hace volver la vista a anteriores películas: pese a su buen corazón... ¿ha cortado la actitud conservadora de Woody las alas a todos los juguetes?

Buena pregunta que debe responder el espectador sin ayuda, porque desde luego, 'Toy Story 4' no indaga a fondo en semejante barullo conceptual. 'Toy Story 4' se conforma (que no es poco) con continuar las aventuras previas, y lo hace de la mejor manera: con estupendos villanos y nuevos y tronchantes secundarios. La primera es una muñeca que nunca ha tenido dueña pero, mucho más tradicionalista que Bo, la ansía por encima de todas las cosas. Está escoltada por el último horror monchito que le quedaba por explotar a la serie: un ejército de muñecos mudos de ventrilocuo, una inteligente idea que no se exprime a fondo, dando pie a una aventura luminosa y sin claroscuros.

Los secundarios, por su parte, están entre lo más notable de la entrega, y casi son los mejores de la serie desde el apabullante descubrimiento de los muñecos mutantes y los amigos de Woody en la primera entrega o los alienígenas del gancho de la segunda. Duke Caboom es un hallazgo visual que compite con el aquí casi marginal Buzz Lightyear, y la voz de Keanu Reeves está, por supuesto, a la altura del personaje. Jordan Peele y Keegan-Michael Key están graciosísimos como los dos peluches, con esa rutina de su serie de televisión que siempre funciona. Y Forky, en fin, no solo es un estupendo dinamizador del argumento, sino que visualmente es, como Duke, todo un hallazgo.

Todos esos elementos ponen en pie una película que no aspira a alcanzar el nivel icónico de la primera entrega, entre otras cosas porque la condición histórica de aquella es ya inalcanzable. Sin embargo, y pese a navegar contra unas cuantas condiciones en contra, el resultado es más que estimable. Se ha dicho que es la entrega más divertida desde la primera, y desde luego lo es en términos de caracterización de personajes, y gracias a dejar de lado los ribetes amargos de otras entregas, especialmente de la tercera parte.

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Es curioso cómo 'Toy Story 4' ha pasado de ser una franquicia que reforzaba valores tradicionales como la amistad o la familia a convertirse en una saga algo más libre -paradójicamente, con Pixar ya propiedad de una compañía como Disney, muy poco sospechosa de ser progresista-, donde caben esquemas menos convencionales y personajes que dudan hasta de su propia naturaleza. Quizás 'Toy Story 4' no pueda aspirar al carácter mítico de las primeras entregas, pero como entrega que vuela sin motor, desde luego alcanza y sobrepasa con holgura los prejuicios con los que puedas llegar a la sala.

Godzilla, de monstruo imparable a embajador cultural de Japón

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Godzilla, de monstruo imparable a embajador cultural de Japón

En Japón pocos personajes son más queridos que Godzilla. Habiendo protagonizado más de treinta y cinco películas, llevando su figura a merchandising de toda clase y siendo, en esencia, un embajador de la cultura japonesa en el resto del mundo, para saber por qué es tan relevante Godzilla para la idiosincrasia japonesa hay que hablar de la evolución de esa misma sociedad. Porque Godzilla, antes que un dios o un monstruo, es la representación de cómo ha ido cambiando nuestro mundo a lo largo del último siglo.

Para empezar, un poco de contexto. Godzilla nació en 1954 en la película homónima dirigida por Ishirō Honda y producida por Tomoyuki Tanaka con diseños de Eiji Tsubaraya. Su nombre en japonés, Gojira, un portmanteau de las palabras japonesas gorira (gorila) y kujira (ballena), dan a entender a la perfección su naturaleza: gigantesco, monstruoso, acuático, pero también con posibilidad de moverse por la tierra. Y eso es lo más aterrador del personaje. Cómo la película lo retrata como algo que no debe existir. Como una fuerza de la naturaleza capaz de arrasar Tokio sin que ni siquiera el ejército pueda hacer nada por evitarlo. Sólo pueden destruirlo preventivamente, conscientes de que, en el futuro, volverá a despertar para seguir destruyendo a la humanidad.

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Godzilla representaba en 1954, y aún representa hoy en el imaginario colectivo, la ansiedad por la guerra nuclear. Por Hiroshima y Nagasaki. Pero a ojos japoneses, también el terror del barco atunero japonés Daigo Fukuryū Maru, el cual se vio afectado por las pruebas nucleares en el atolón bikini a principios de 1954, dándole una plataforma perfecta para despegar a Godzilla: el peligro nuclear no era sólo algo que ocurrió diez años atrás o una amenaza invisible entre dos superpotencias mundiales. Era algo que estaba atacando reiteradamente al pueblo japonés.

¿Significa eso que Godzilla sea nada más que una metáfora del horror nuclear? En absoluto. Godzilla es un personaje cuya significación ha ido variando con el tiempo. Adaptándose a las ansiedades e intereses de cada época. Pero antes de entrar en eso, hablemos de Godzilla, el personaje.

Lo que nos cuenta Godzilla con su diseño

En términos de diseño, Godzilla también narra historias sobre catástrofes nucleares. Si bien la base de su diseño es la mezcla entre un tiranosaurio, un iguanodon, un estegosaurio y un cocodrilo, su piel no es la de un saurio. No es escamosa, sino una especie de capa de cicatrices superpuestas regularmente. Y la razón es la radiación. A la hora de diseñar la piel del kaiju, su diseñador, Eiji Tsubaraya, se inspiró los queloides, los anómalos crecimientos de tejido cicatrizal, que sufrieron los que se vieron expuestos a la radiación nuclear. De ese modo, Godzilla no sólo se convirtió en la representación de la amenaza nuclear, sino también en el predicador de sus víctimas. La demostración viva de las consecuencias de una explosión nuclear.

De todos modos, esto es algo que no sería usado de forma más tajante hasta más recientemente. En 'Shin Godzilla', la película de 2016 dirigida por Hideaki Anno y Shinji Higuchi, el rediseño de Godzilla haría que fuera aún más evidente el sufrimiento de la criatura: con heridas supurantes, dientes atravesando la piel y exudando sangre para mantener su temperatura corporal, el último Godzilla hasta la fecha es la incómoda imagen de una víctima de radiación. Alguien en perpetua agonía.

Pero esto no debería extrañarnos. Pues igual que el tema que simboliza Godzilla ha ido cambiando con el tiempo, también lo ha hecho su diseño.

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Manteniendo siempre la misma base, un saurio con queloides, su tamaño, peso y agresividad ha ido variando de forma bastante radical. Pudiendo medir entre 50 y 300 metros, llegando a pesar desde 20.000 toneladas hasta más de 400.000, con o sin espinas a la espalda, erguido o inclinado hacia adelante, Godzilla ha ido evolucionando a lo largo del tiempo para ir ajustándose a los intereses de cada época. Algo que también ha permitido utilizarlo como merchandising con todas las variables inimaginables bajo la premisa de que ni el propio Godzilla se mantiene idéntico durante mucho tiempo.

Excepto dos cosas. Sólo dos cosas han permanecido siempre idénticas en Godzilla. Por un lado, el uso de pronombres neutros, ya que el personaje carece de género. Por otro lado, su alienación. Nunca ha sido aliado de la humanidad. Siempre se ha demostrado como un dios caprichoso al que le resultamos indiferente o nos odia, pero jamás ha sido nuestro amigo. Toda película de Godzilla parte siempre por definición de ese hecho: no se puede contar con que Godzilla no nos mate a todos. Y eso es algo que se ha respetado a rajatabla hasta el día de hoy.

Las cuatro primeras películas de Godzilla ('Godzilla', 'Godzilla Raids Again', 'King Kong vs. Godzilla' y 'Mothra vs. Godzilla') son películas sobre el horror nuclear y, según van avanzando, sobre el enfrentamiento entre Godzilla y la humanidad. En esencia, películas donde aparece Godzilla y la humanidad ha de buscar un modo de contrarrestarlo.

De etapas, eras y cambios sociales

Ya entrando en las películas, el valor de Godzilla, el por qué es el orgullo del país hasta el punto de tenerlo por embajador cultural, es porque sus creadores siempre han sido conscientes de que es un símbolo. No un mero personaje, sino algo que trasciende a sus películas. La representación del pensamiento japonés, transmutado en forma de monstruo gigante.

Por eso es importante tener en cuenta que cada periodo de Godzilla tiene un estilo particular. Recibiendo su nombre a raíz del nombre del emperador que estaba en el poder en cada momento, a excepción de la penúltima, cada una de las sagas, denominadas Shōwa, Heisei, Millenium y Reiwa, tienen su propia idiosincrasia y su propio acercamiento hacia la naturaleza y el significado de Godzilla. Por lo general, rompiendo enteramente, con lo que se hizo en periodos anteriores.

En cualquier caso, todo empezó con la era Shōwa. Comenzando en 1954, con la película original de Godzilla, y abarcando hasta 1975, concluyendo con 'Terror of Mechagodzilla', es un periodo, podríamos decir, de descubrimiento para el monstruo. Su infancia y adolescencia, si bien en un sentido no peyorativo.

Godzilla, el monstruo para toda la familia

Las cuatro primeras películas de Godzilla ('Godzilla', 'Godzilla Raids Again', 'King Kong vs. Godzilla' y 'Mothra vs. Godzilla') son películas sobre el horror nuclear y, según van avanzando, sobre el enfrentamiento entre Godzilla y la humanidad. En esencia, películas donde aparece Godzilla y la humanidad ha de buscar un modo de contrarrestarlo. Esta sencillez les permitirá oscilar entre el terror, la crítica social y el entretenimiento, llegando a su cenit con una de las películas más celebradas de la franquicia, 'Mothra vs. Godzilla', donde se presentaría a Mothra, una mariposa pavo real gigante que, a partir de aquí, ejercerá el papel de protectora de la humanidad y aliada coyuntural de Godzilla.

Pero nada permanece mucho tiempo igual en el reino de Godzilla y todo esto empezó a cambiar con la quinta película, 'Ghidorah, the Three-Headed Monster'. Debido al atronador éxito de 'Mothra vs. Godzilla', el productor de la franquicia, Tomoyuki Tanaka, decidió que era necesario hacer una secuela directa de la misma. Además de introducir cuantos más monstruos mejor. De ese modo se presento en sociedad King Ghidorah, un dragón de tres cabezas que se convertirá aquí en el enemigo mortal de Godzilla, a la par que volvían a aparecer viejos conocidos de la franquicia como Rodan o Motrha. Esto concluyo en una trama mucho más rocambolesca, de ciencia ficción, donde las peleas y los giros dramáticos fueron no la excepción, sino la norma. Algo que, contra todo pronóstico, se convirtió en un precedente.

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A instancias de los deseos del productor, las tramas alambicadas y la presencia de cuantos más monstruos mejor se convirtieron en la base de toda la era Shōwa. De enfoque más familiar y fantasioso, con un Godzilla relativamente amigable con la humanidad —es decir, su comportamiento por defecto no era masacrarnos—, abrazaron la locura de la ciencia ficción audiovisual de los 50s y los 60s, introduciendo cada vez más monstruos, más alienígenas e incluso al hijo de Godzilla, Minilla, que protagonizaría la muy reivindicable 'All Monsters Attack', una película sobre la amistad del kaiju con un niño humano que acabaría siendo un enternecedor alegato contra el bullying.

Pero la era Shōwa acabó. Y un nuevo emperador requiere un nuevo enfoque en las películas de Godzilla. Y de ese modo, nació la era Heisei.

Crisis económica, monstruos mutantes

La era Heisei comienza en 1984, con 'The Return of Godzilla', y concluye en 1995, con 'Godzilla vs. Destoroyah'. Y en la propia Toho debían ser conscientes de que los tiempos habían cambiado mucho, porque no les tembló el pulso a la hora de tomar una decisión difícil. Decidieron que 'The Return of Godzilla' fuera un reboot que transcurría inmediatamente después de la Godzilla de 1954.

Unidas todas las películas de esta era en una única línea temporal, representan a Godzilla como una destructiva fuerza de la naturaleza que hará todo lo posible por acabar con la humanidad. Debido a su enfoque más marcadamente oscuro, las discusiones sobre energía nuclear, la biología de Godzilla, las implicaciones morales de la experimentación genética y un marcado sentimiento anti-americano serán la norma en la mayoría de ellas. Una ruptura radical con el tono más familiar de la era Shōwa.

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Pero hay que tener en cuenta el contexto sociocultural de la era Heisei. En la época, el discurso anti-americano no hizo si no crecer y, si bien hubo un gran auge económico del país que llegó a las clases medias durante los 80s, el miedo a la energía nuclear y la rápida evolución de las nuevas tecnologías, de las cuales Japón eran pioneros, hicieron que tuvieran ciertas suspicacias hacia el avance tecnológico. Algo que en este caso se materializó en Godzilla enfrentándose a criaturas más peligrosas que él mismo. Monstruos capaces de transformarse y evolucionar en formas cada vez más poderosas y violentas. Lo cual concluirá con Godzilla vs. Destoroyah, donde no sólo muere Godzilla, sino que en el enfrentamiento contra su enemigo, provoca una explosión nuclear que destruye Tokio, haciéndola inhabitable para siempre.

Este, el de la destrucción de Tokio por una amenaza tecnológica o nuclear, fue un tropo muy común en los 90s. A fin de cuentas, esa es la conocida como la década perdida. El momento en que el sueño de crecimiento perpetuo de Japón estalló, llevando al país a una recesión de la cual aún están recuperándose. Algo que se represento del único modo posible: con Godzilla estallando para hacer borrón y cuenta nueva cara a las posibilidades de que en el siglo XXI las cosas les fueran mejor.

Godzilla vs. la derecha japonesa

Por desgracia, ese hipotético optimismo no llegó con la era Millennium. Llamada así porque la primera de las películas se estrenó al borde del cambio del milenio, esta saga abarca desde 1999, con 'Godzilla 2000: Millennium', hasta 2004, con 'Godzilla: Final Wars'. Y como en el caso de Heisei, el reboot es inevitable: todas las películas siguen la original de 1954, pero cada una de ellas sigue su propia línea temporal. Todas, menos dos: 'Godzilla Against Mechagodzilla' y 'Godzilla: Tokyo S.O.S.', que forman su propia continuidad.

Con un enfoque de ciencia ficción contemporánea, gran énfasis en lo militar y una influencia más que evidente de 'Matrix' y otras películas coetáneas, esta es la era que exploraría a Godzilla como amenaza y como arma. Ya no como catástrofe, sino como una especie de entidad armamentística. Un ejército enemigo al cual enfrentarse, que resulta ser tan incomprensible como una catástrofe natural.

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Esto puede entenderse también por el clima político del país en la época. Con la derecha gobernando durante casi una década, con un notable auge de la extrema derecha y con la pretensión, a día de hoy fracasada, de re-militarizar el país, el ambiente para el nuevo milenio era de todo menos halagüeño. De ahí que las historias adquirieran un tono más crudo, más militar, donde la humanidad está permanentemente a la espera de una amenaza externa inevitable. Algo que, si tenemos en cuenta las fechas, era igual para occidente a partir del ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001.

Decir que el Godzilla de Millennium es una representación de la guerra al terror de EEUU puede sonar exagerado pero muchos, pero es una interpretación válida. A fin de cuentas, Japón no estaba fuera del radio de influencia de EEUU. De hecho, participaron en la guerra de Irak. Y el militarismo, tratándose de Godzilla, no parece en nada un accidente.

Godzilla, filósofo

Tuvieron que pasar diez años para que hubiera una nueva etapa de Godzilla. Pues pensando que el personaje podía estar quemado, la compañía que ostenta sus derechos, la Toho, decidieron darle diez años de tregua. Y cuando volvieron, en vez de enfocarse en lo militar, decidieron hacer algo diferente. Decidieron dar inicio a la era Reiwa.

Comenzando en 2014 con el estreno de 'Shin Godzilla', es la era que, de momento, tiene menos películas en su haber. Junto con la película de Hideaki Anno y Shinji Higuchi, cabe contar la trilogía de películas anime producidas para Netflix y guionizados por Gen Urobuchi ('Godzilla: Planet of the Monsters', 'Godzilla: City on the Edge of Battle' y 'Godzilla: The Planet Eater'). Y debido a los nombres implicados, llamando a guionistas conocidos por la fuerte carga filosófica de sus trabajos, la era Reiwa también es la más reflexiva e interesante en su conjunto hasta el momento.

Si bien no existe una clara línea entre ambas producciones, además del interés en tratar temas filosóficos, si comparten un mismo punto de vista: tratan abiertamente temas políticos, les interesa lo que significa vivir en consonancia con cuanto nos rodea y tienen una visión profundamente ecologista. Algo que hace que este Godzilla sea sustancialmente diferente a los anteriores. Pues el peligro ya no es exactamente la radiación y sus consecuencias, sino si la tierra será habitable siquiera tras el paso de Godzilla.

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Eso hace que el Godzilla de ambas producciones, que en principio no tienen nada en común, además de ser los más grandes de la historia, sean también los que tienen consecuencias más devastadoras para el entorno. Pues ya no representan la naturaleza o la bomba atómica, sino algo más terrorífico: el lado oscuro de la humanidad. La capacidad, propia de un dios, de transformar la tierra a su paso.

Viviendo en la era de las fake news, del desencanto político y la más que probable extinción de la humanidad a causa del cambio climático, estos son unos planteamientos inevitables en un personaje tan apegado al presente como Godzilla. Algo a lo que Japón no es ajeno. Godzilla, hoy en día, tiene que representar una fuerza de cambio, no necesariamente positivo, con el que hay que aprender a convivir. A fin de cuentas, esa es su esencia. Ser siempre aquello que retrata nuestros miedos y ansiedades más profundas, personificándolas en las formas de un saurio gigante que es como la mezcla de una ballena y un gorila.

El futuro de un icono japonés

Ese es el motivo por el que los japoneses sienten tanto afecto por Godzilla. Porque retrata su presente. Porque es icónico. Porque, incluso si significan cosas diferentes para distintas generaciones, padres, hijos y abuelos pueden reconocer al mismo personaje. Es una figura compartida. Y fuera de Japón, incluso si también refleja nuestras ansiedades, lo reconocemos como algo que sólo pudo nacer de la muy particular idiosincrasia japonesa.

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Ahora bien, qué será de Godzilla tras la era Reiwa es algo que no sabemos todavía. La compañía detrás del saurio ya ha afirmado que no continuarán con el camino seguido hasta ahora. Quieren hacer algo diferente. Por eso, inspirados en el Marvel Cinematic Universe, quieren crear el World of Godzilla: un universo cinemático de Godzilla y otros monstruos de Toho. Un monumento al cine de entretenimiento como negocio.

Y si bien no sabemos cómo acabará eso, si sabemos una cosa: nada hay que retrate mejor el presente que una figura de la cultura pop teniendo su propio universo cinemático. Porque si se trata de ser un reflejo del ahora, no existe figura más obsesionada con contenerlo que la de Godzilla.

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